Bélgica ha iniciado tres días de luto tras la muerte de al menos 31 personas y más de 200 heridos el martes en atentados dirigidos al aeropuerto de Bruselas y una estación de metro colmada de gente cerca de la sede de la Unión Europea.
El autoproclamado Estado Islámico (ISIS) se hizo responsable de los atentados de Bruselas y declaró que habría más. Los ataques se produjeron días después de que las autoridades detuvieran a Salah Abdeslam, sospechoso en los atentados de noviembre en París donde murieron 130 personas.
Ya está en marcha la búsqueda masiva de un hombre belga de 24 años de edad llamado Najim Laachraoui, sospechoso de estar involucrado tanto en el ataque del martes como en los atentados de París. Los medios belgas también han informado que dos hermanos –Khalid y Brahim El-Bakraoui– estarían involucrados en los atentados. Se cree que ambos se han hecho estallar a sí mismos en el ataque. El primer ministro belga, Charles Michel, condenó las explosiones.
Michel expresó: “Por último, realmente quiero decirles con la mayor fuerza a quienes han optado por apoyar a un enemigo brutal de la libertad, la democracia y los valores fundamentales: decirles que vamos a seguir unidos y agrupados,que hoy nos movilizaremos, con un dolor profundo en nuestros corazones, pero con determinación plena de actuar para proteger la libertad, para proteger nuestro modo de vida”.
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