Carta abierta al presidente Nayib Bukele

Señor presidente:

Está usted ante un momento crucial e histórico, en su querido y maltratado El Salvador.

Usted es una persona joven, inteligente; seguramente cuando en las noches junto a su esposa, abrazan a su pequeña hija Layla, al igual que todos los padres y los que somos abuelos.

Pensamos únicamente en lo mejor para ellos, nuestra familia, nuestros niños, nuestro futuro.

Usted tiene hoy la gran oportunidad y responsabilidad de cambiar a su nación salvadoreña y enviar un fuerte mensaje democrático en América; donde necesitamos y deseamos, todos y cada uno de los que vivimos en este continente, un cambio real y serio.

Para el “diagnóstico” somos todos especialistas, sus más de 7 millones de ciudadanos salvadoreños en El Salvador y por el mundo.

Por favor presidente Bukele, envíe usted un claro y concreto mensaje a sus ciudadanos salvadoreños, para que realmente se unan en pos de hacer situaciones serias y superables en su nación.

Que terminen con sus divisiones, búsqueda de protagonismos y oportunismo.
Señor presidente, envíe usted a una persona de su más alta confianza al área metropolitana [de Washington, DC]. Una persona joven y preparada.

Que esta persona llegue con un fuerte mensaje suyo, a la diáspora salvadoreña. Donde quede claro que usted es el presidente de todos los salvadoreños.
Que usted no necesita que nadie le hable al oído y le cuente cosas.

Que los salvadoreños que ya han estado en el área metropolitana de Washington DC, por más de dos décadas, están en su conocimiento, reconocimiento y aprecio el importante aporte que han realizado.

Pero que ahora, su nación El Salvador, la nación de más de 7 millones de ciudadanos, necesita de caras nuevas, gente joven, gente capacitada y profesional, jóvenes bilingües orgullosos de sus raíces, ya que la mayoría han nacido aquí en los Estados Unidos.

Señor presidente Bukele, no soy salvadoreño, simplemente y humildemente me tomo el atrevimiento de decirle lo que siento y conozco.

Usted será el instrumento que Dios ha colocado para cambiar la historia de su nación entre todos los salvadoreños sin banderas políticas. Todos y cada uno de ustedes, con una sola camisa, la salvadoreña.

Presidente Bukele, ponga orden y lo esperamos toda la comunidad hispana muy pronto aquí en el DMV abriendo un congreso, no solo de unión de la diáspora salvadoreña sino de toda nuestra gran comunidad latinoamericana, que tenemos el privilegio de ser parte de esta gran nación: Estados Unidos.

Señor presidente, Dios lo bendiga a usted y su familia. Que no le tiemble el pulso para hacer la nueva historia de su querido país.

Dios bendiga América.

*Alex Zunca es un ciudadano no salvadoreño, con más de tres décadas de residir en el área metropolitana de Washington DC.

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