¿Cuándo llega la primavera al obrero?
Por Fermín Gongeta Los gritos subían hasta el vacío cielo. Nadie les oía, porque nadie escuchaba, porque nadie quería hacerlo. Ni dioses, ni políticos, ni industriales, ni banqueros. Nuestros gritos subían hasta el vacío cielo. ¡Contra el paro, lucha obrera! Gritábamos encendidos, sin que nadie nos…