Foto de archivo tomada en Silver Spring, Maryland.
Por Ramón Jiménez
Este Domingo de Ramos —que es el inicio de la Semana Santa o último domingo de Cuaresma—, los católicos de todo el mundo recuerdan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén hace más de dos mil años.
Los católicos de los países latinoamericanos residentes en Washington, D.C., Maryland y Virginia recuerdan las celebraciones que realizaban en sus países de origen.
Por eso, con la ayuda de los diferentes templos diseminados en la región metropolitana de la capital estadounidense tratan de darle vida a esos retazos de tinte religioso y cultural.

Especialmente celebran este Domingo de Ramos y Viernes Santo —de ser posible con personajes bíblicos en vivo—, que le dan mayor realce a las celebraciones, algunas en las calles adyacentes a los respectivos templos donde se congregan.
El Domingo de Ramos inicia con la bendición de las palmas o ramos de olivo que cada fiel —chicos y grandes— lleva en sus manos, luego inicia la procesión, para concluir adentro del templo con la liturgia del día.