La cifra de fallecidos a causa de los devastadores tornados en el Medio Oeste y el Sur llegó a 39.
Las tormentas causaron daños en Alabama, Georgia, Indiana, Kentucky y Ohio. Los meteorólogos afirman que el invierno benigno de este año ha aumentado las posibilidades de que haya condiciones climáticas muy duras en gran parte de Estados Unidos.
En 2007, el Instituto Goddard de Ciencias Climáticas de la NASA hizo un informe en el que predecía tempestades y tornados cada vez más grandes y violentos en Estados Unidos a medida que continúen las tendencias de cambio climático.