Cómo descubrir genios del fútbol

"Creo que encontré a un genio".
«Creo que encontré a un genio».

Ese fue el sencillo telegrama que le envió el cazador de talento basado en Belfast, Irlanda del Norte, Bob Bishop al director técnico del Manchester United Matt Busby después de ver jugar a George Best cuando este tenía apenas 15 años.

Antes de ese encuentro, el club local Gentoran había rechazado a Best por ser «demasiado pequeño y liviano». Pero Bishop siguió adelante impertérrito, pues había notado el pase raudo y las deslumbrantes estratagemas del joven jugador.

El resto es historia -Best se convirtió en una leyenda del United cuando lo ayudó a conquistar la Liga de Campeones de 1968-, y demuestra que la caza de talento en fútbol es, además de una ciencia, un arte.

En la Milk Cup, un torneo de fútbol juvenil de renombre internacional que se lleva a cabo en Irlanda del Norte, celebridades de la talla de David Beckham, Robbie Fowler y Sergio Busquets han dado sus primeros pasos en el camino al estrellato.

No es de extrañar entonces que los cazadores de talento acudan en manada a esa cita deportiva pero, ¿cuáles son los principales atributos en los que se fijan cuando están juzgando a un jugador? ¿Qué los hace pensar que puede ser un genio escondido?: Inteligencia, personalidad, velocidad y técnica.

El largo y tortuoso camino

Desde trabajar como mecánico hasta escribirle a todos los clubes ingleses rogándoles que lo pusieran a prueba: descubre los diferentes caminos que recorrieron estos futbolistas para asegurarse la gran oportunidad que les permitió dar el salto a las ligas mayores del popular deporte.

Lionel Messi

Lionel Messi era tan bajito que le dijeron que cuando creciera no pasaría de 1 metro 40 centímetros. River Plate se retiró entonces de un acuerdo de contratarlo pues el club no podía pagar las hormonas de crecimiento que requería. Pero luego Barcelona lo descubrió y pagó por su tratamiento.

Federico Macheda

Menos de un año después de participar en la Milk Cup de 2008, Federico Macheda hizo una dramática intervención en la carrera por el título de la Premier League marcando un gol de último momento a favor de Manchester United contra Aston Villa.

Seamus Coleman

Supuestamente el club Sligo de la Liga de Irlanda estaba a punto de dejar ir a Seamus Coleman hasta que Paul Cook llegó a ser director técnico. Cook apreció el potencial de Coleman y le aconsejó a sus contactos que se fijaran en él. Everton se lo arrebató a todos los interesados.

Dado Prso

En 1997, Dado Prso era un mecánico en una pequeña ciudad francesa y jugaba fútbol aficionado para St Raphael cuando el técnico de Mónaco Jean Tigana lo descubrió. En cuestión de 7 años, Prso estaba jugando en la final de la Liga de Campeones de Europa para Mónaco.

Roy Keane

La determinación de Roy Keane para convertirse en un futbolista profesional lo llevó a escribirle a todos los clubes ingleses para pedirles que lo vieran jugar. Ninguno lo hizo pero eventualmente fue descubierto cuando jugaba por Cobh Ramblers en Cork, Irlanda, y empezó a jugar con Nottingham Forest.

Ian Wright

Ian Wright no le fue bien en sus pruebas con los clubes de Southend y Brighton. Desilusionado y sin dinero, pasó dos semanas en prisión por no pagar unas multas. Se prometió que lograría ser un jugador profesional y un cazador de talento de Crystal Palace lo descubrió poco después.

Stuart Pearce

Stuart Pearce tampoco tuvo éxito en su prueba con Queen Park Rangers y se resignó a una carrera fuera de las ligas con Wealdstone, mientras trabajaba como electricista. En 1983 el club Coventry City, que en ese tiempo volaba alto, ofreció sorpresivamente US$45.000 por él. Pearce accedió, con reticencia.

Craig Johnston

En 1975, el jefe de Middlesborough Jack Charlton describió a Craig Johnston como «el peor jugador que había visto jamás». Johnston se sometió a un entrenamiento que él mismo diseñó, y que incluía el uso de canecas de basura como obstáculos para esquivar. Funcionó, y eventualmente Charlton jugó para Liverpool.

Peter Shilton

Un colega del ex cazador de talento Les Padfield le dijo que había visto al joven Peter Shilton y que éste «no era capaz ni de detener un carrito de supermercado». Sin embargo Shilton fue contratado cuando aún estaba en la escuela por Leicester City y fue convocado 125 veces a la selección de Inglaterra.

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