Por Ariel Lemoine
A veces mi alma me deja a solas
y me veo en mis miserias,
en las pérdidas, hasta los equívocos
pareciera no poder remediar.
Los andamios, a estos escalones
que construyo hacia la sima de la nada,
me hacen ver el abismo sin un amor.
Te explico esto por la sencilla razón
de mi imperfección en las palabras.
Mi voz te habla, mis manos te buscan,
mis ojos quieren verte hermosa, así.
Como en aquella primera vez,
a orilla del ser que eres, imperfecto.
Es hora de que vuelva mi alma, a mí.
Ariel Lemoine escribe desde Buenos Aires, Argentina.
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL