En el Capitolio estadounidense, las congresistas Rashida Tlaib y Ayanna Pressley han introducido una nueva legislación para transformar el sistema federal de justicia penal de Estados Unidos, en lo que los organizadores denominan una Ley de Derechos Civiles moderna.
La ley BREATHE[“respirar”, en español] fue redactada en colaboración con el Movimiento por las Vidas Negras. De ser aprobada, la normativa reduciría los gastos del Pentágono, retiraría la inversión de recursos federales en prisiones y departamentos de policía, pondría fin a las penas mínimas obligatorias de prisión y a las cadenas perpetuas y aboliría la Administración para el Control de Drogas y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, entre otros cambios. Estas son las palabras de la cofundadora del movimiento Black Lives Matter (“las vidas negras importan”), Patrisse Cullors.
Patrisse Cullors expresó: “En este momento, se acrecientan en las calles los reclamos por un nuevo futuro y un nuevo mandato político. El Movimiento por las Vidas Negras ha respondido con una visión que refleja estas demandas a nivel federal. Nuestro movimiento es fuerte e invitamos a los líderes de nuestro país a sumarse a nosotros para hacer realidad esta visión”.