Construyamos el pinche muro

Por Santiago David Távara

Pensándolo bien, un muro en la frontera entre México y Estados Unidos es necesario, y mejor si lo pagan los mexicanos, como lo exige el pre-candidato presidencial republicano Donald Trump.

A pesar de  las pataletas, berrinches y desgarros de vestiduras de los ex-presidentes mexicanos Felipe Calderón y de Vicente Fox, quien dijo que no pagaría por el “pinche” muro, o del propio mandatario actual, Enrique Peña Nieto, urge la construcción de un muro financiado por México.

Claro, las inversiones podrían venir de países con grandes capitales como Chile, Brasil o España  pero el muro sería de propiedad de los mexicanos.Y no se trata de un muro físico, sino que puede incluir espacios vigilados por drones, vehículos y cámaras, sobre todo para no perjudicar el medio ambiente, el turismo o el comercio.

¿Y por qué un muro ahora, cuando se habla de fronteras más abiertas para promover un mayor acercamiento entre países vecinos?

Una  razón sencilla es que México tiene un vecino adicto que a cualquier precio busca la droga, corrompiendo en el camino a las autoridades y desestabilizando a las instituciones no sólo mexicanas sino centro y suramericanas. El el negocio de las drogas es muy lucrativo, capaz de corromper al más honesto.

Por otro lado, un muro puede frenar el tráfico ilícito de armas que van a parar manos del crimen organizado en México que controla a mano dura territorios y en varios casos a los políticos. El precio en vidas lo han pagado y siguen pagando los mexicanos. Más 100 mil mexicanos han muerto desde 2006 cuando  el entonces presidente Calderón inició la guerra antinarco apoyada por Estados Unidos.

La degradación es total, con mutilaciones, decapitaciones, violaciones y desapariciones masivas, como las de los 43 estudiantes, perpetradas por el crimen organizado que ha infiltrado incluso a las fuerzas del orden.

Si esos muertos – desaparecidos – hubieran sido estadounidenses, otras serían las políticas e incluso la postura del gobierno de Estados Unidos. Pero, lamentablemente,  la muerte de mexicanos ya no genera titulares en la prensa.

El muro ya no llevaría el nombre en honor a Trump, como lo ha sugerido el magnate. Debido a que México va a financiarlo, podría tener un nombre más llamativo como la Gran Muralla Azteca, por ejemplo, que supere con tecnología avanzada a la anticuada  la Muralla China  y se convierta en una de las maravillas del mundo moderno.

Si los gringos quieren su pinche droga, que mejor les cueste un ojo de la cara, traten a sus adictos como pacientes y no como criminales. Si los gringos  quieren seguir traficando sus armas a México, que los fichen y los vigilen las autoridades mexicanas y sus socios de seguridad, incluyendo empresas privadas.

Con la Gran Muralla Mexicana ya no habrá la excusa de invasiones, injerencias, intervencionismo ni militarización de las fuerzas policiales impulsadas por Estados Unidos para imponer sus fracasadas políticas antidrogas. Es hora que el adicto del norte sepa que su vecino del sur, con el apoyo del resto del hemisferio, tiene las agallas para construir el pinche muro.

 

Santiago David Távara es periodista radicado en Washington

1 Comment

Comments are closed.

Artículos Relacionados