Los magistrados de la Corte Suprema estadounidense dictaminaron el lunes, por unanimidad, que los estados podrán obligar a los miembros del Colegio Electoral a apoyar a los candidatos que ganaron el voto popular del estado en una elección presidencial.
En 2016 hubo diez electores llamados “rebeldes” o “desleales” que se negaron a votar por el candidato al que se habían comprometido a apoyar.