Por Willians A. Castillo

“Nos estamos mentalizando, porque nuestro objetivo está aquí. Nos preparamos para hacer las cosas bien desde el debut, porque tenemos que clasificar a octavos, y que las demás selecciones se preocupen por nosotros. La meta es seguir sumando, no sirve otra cosa”. 

La frase amedrenta un poco, y más viniendo del estratega Luis Fernando Suárez. En postrimerías al juego con Japón, revelación de la primera jornada que no fue capaz de traspazar el plateamiento ultradefensivo bajo el insoportable calor del medio día de Doha. 

Parece estar gestándose algo fuerte. Se respira una nueva esperanza en la banca “Tica”. En los camerines, uno se cruza con el capitan Kaylor Navas, con Joel Campbell, con Celso Borges, con Yeltsin Tejada, con el mismísimo Keysher Fuller, quien aprovecho un error de la zaga japonesa al minuto 81 del complemento para convertir con remate de zurda desde el centro del área para el 1 a 0 definitorio ante la mirada del meta Shuichi Gonda, con el técnico Suárez y piensa: algo esta pasando.

Es así. Quizás por eso Costa Rica madruga y en serio: A las seis de la mañana el plantel se despierta, los jugadores toman un jugo y a las siete están entrenándose. Hasta las diez. Después sí, el esperado desayuno tradicional; enseguida, el gimnasio para hacer algunas pesas y luego una charla técnica.

A la tarde, claro, otro entrenamiento y finalmente un partido de práctica. Esto se llama, simplemente triple turno con miras al último partido contra Alemania el 1ro de diciembre a las 2:00pm.

Costa Rica provoca

Envidia a los tres técnicos, bronca a los hinchas rivales, inquietud a las tres selecciones rivales y desesperación ganadora a los hinchas teutones, españoles y nipones.

A su nueva historia. A sus nuevos recuerdos. A sus nuevos amigos y a la ansiedad por salir a la cancha los carcome, las ganas de tener enfrente a la excampeona mundial Alemania (1954, 1974, 1990 y 2014) en la última fecha del Grupo E, lo sacude.

Y la estampa ganadora y perturbadora de Navas, de Fuller quien ve en esta nueva etapa su gran posibilidad; Tejada, quien saca pecho y dice. “Este tiene que ser mi año, me tengo que consagrar: para eso volvímos a la lucha”. Y así todos.

Ahora solo quieren clasificar, así lo sienten, así lo gritan Bryan Oviedo, Oscar Duarte, Kendall Watson, Gerson Torres, Anthony Contreras y Navas.

La pasión no termina en los entrenamientos, la sorpresa tendrá el mismo rito, la misma ceremonia sobre el engramado, la misma sonrisa y el grito de gol…