Según se informó, el Departamento de Seguridad Nacional prepara una operación a nivel nacional para atrapar y deportar a cientos de familias centroamericanas que huyeron de la violencia que se vive en sus países de origen.
Citando fuentes no identificadas del gobierno, el periódico The Washington Post informa que ya en el mes de enero podría comenzar a desarrollarse una ola de allanamientos por parte agentes de organismos de control de Inmigración y Aduanas.
Los funcionarios afirmaron que la operación ha generado polémica en el seno del gobierno de Barack Obama y que no cuenta aún con aprobación definitiva del Departamento de Seguridad Nacional.
En respuesta, Gregory Chen, de la organización American Immigration Lawyers Association, sostuvo: “Este gobierno nunca ha reconocido la verdad: que estas son familias de refugiados que solicitan asilo a las que se les debería brindar ayuda humanitaria en lugar de detenerlos o atraparlos. Siendo que otros países dan la bienvenida a muchos más refugiados, Estados Unidos debería avergonzarse de hacer uso de cárceles e incluso de considerar recurrir a tácticas de deportación a gran escala”.
La noticia acerca de los allanamientos llega poco después de que el gobierno de Obama anunciara el martes haber deportado a más de 235.000 personas en el ejercicio 2015. Se trata de la cifra más baja de deportaciones efectuadas en un año desde la asunción del presidente Obama.
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