Foto: cortesía Democracy Now!
El Nuevo Frente Popular de Francia, la recientemente formada coalición de izquierda, logró el domingo una sorpresiva victoria en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias.
El Nuevo Frente Popular es una alianza integrada por partidos ecologistas y de izquierda que se formó en un intento para contener a la extrema derecha, después de que el partido Agrupación Nacional de Marine Le Pen lograra avances importantes en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias de Francia y en las recientes elecciones al Parlamento Europeo.
A pesar de la victoria, el Nuevo Frente Popular, que obtuvo 182 escaños en la Asamblea Nacional de Francia, no logró obtener los 289 escaños que necesita para tener la mayoría absoluta. Los resultados del domingo suponen un duro golpe no solo para la extrema derecha, sino también para el presidente francés, Emmanuel Macron, quien convocó elecciones anticipadas con la esperanza de que el electorado de Francia mantuviera a su coalición centrista en el Gobierno.
El primer ministro de Macron, Gabriel Attal, anunció que presentará su renuncia; sin embargo, el presidente francés le pidió que permaneciera temporalmente en el cargo. El líder del partido progresista Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, habló el domingo tras la victoria de su coalición.
Jean-Luc Mélenchon: “El presidente tiene el poder. El presidente tiene el deber de convocar al Nuevo Frente Popular para gobernar. […] La coalición de izquierda está lista [para hacerlo]. El Nuevo Frente Popular respetará el mandato que le han dado los votos a sus candidatos. Nosotros cumpliremos con nuestra palabra. La coalición de izquierda aplicará su manifiesto, todo su manifiesto y nada más que su manifiesto”.
La coalición Nuevo Frente Popular se ha comprometido a aumentar el salario mínimo, poner límites al precio de los alimentos y de los servicios públicos esenciales, y derogar la sumamente impopular reforma de Macron que elevó la edad de jubilación. La coalición afirma que volverá a imponer impuestos a los más ricos y a las corporaciones, y que reconocerá a Palestina como Estado independiente, luego de que el Gobierno de Macron se negara a hacerlo a principios de este año.