Desde el Jardín…y una tragedia ad doc…

 
Hace unos días tuve un ataque de nostalgia de películas que vi alguna vez en la TV. Claro, a veces en blanco y negro, pues estoy hablando de la década de los 80. Y claro, me vino a la mente de las 525 líneas, la peli Desde el jardín (Being There, Hal Ashby, 1979), última película estrenada por Peter Sellers en vida.
desde el jardin
Desde el jardín está basada en una famosa novela de Jerzy Kosinski publicada en 1971. Tanto el original literario como su adaptación cuentan la historia de Chance, un jardinero de mediana edad y una mentalidad muy sencilla, que vive en la gran mansión de un hombre adinerado en Washington D.C. Chance, que ha pasado su vida entera en esa casa, y sólo sabe del mundo exterior lo que conoce a través de la televisión. El asunto es que cuando su benefactor muere, los abogados a cargo de la herencia lo obligan a salir de la casa por primera vez, y ya en las calles, por una serie de confusiones, termina acogido por la alta sociedad, entre cuyos miembros cada inocente y sencilla frase que él dice es tomada como una pieza de sabiduría cultivada. A Sellers lo acompañaron en el reparto Shirley MacLaine, Melvyn Douglas, Jack Warden, etc… Bueno, termina a los besos con Shirley, que como sabemos era una mujer más que interesante.
 
La novela, considerada una de las obras más significativas de Kosinski, suele verse como una mirada satírica sobre la “irrealidad” de la cultura mediática de Norteamérica. Pero claro, también tuvo su escandalete, pues en el 82 fue denunciada por plagio en un artículo del Village Voice. Para entonces, el autor (criado en Polonia durante la Segunda Guerra) ya había adoptado la ciudadanía norteamericana, y algunas de sus novelas más exitosas, que fueron traducidas a 30 idiomas, fueron acusadas de ser anti-polacas. El asunto es que esta película mas allá de cualquier escandalo que conllevó, realmente es un respiro de cómo se puede hacer un cine, vertebrar una historia desde lo indolente, la parsominia mas absoluta, y la confusion evidente de los personajes. Incluso en sus últimos años, Kosinski, que se vió afectado por múltiples dolencias físicas y acusaciones de plagio, como Chance, no se defendió nunca abiertamente de esas maléficas acusaciones. Así, sin pena ni gloria Kosinski se suicidó en 1991, con una bolsa en la cabeza, y dejó una nota en la que decía: “Voy a ponerme a dormir un rato más largo esta vez. Llámenlo eternidad”.

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