El Dr. Walter Alva es el primer peruano en recibir el premio Tlamatini

Dr. Stephen M. Trzaskoma, Dean of the College of Arts and Letters de la Universidad  CAL State, Dr. Walter Alva, cónsul general del Perú en Los Ángeles, José Luis Chávez

Por Milagros Lizárraga

La Sociedad de Arte e Historia de la Universidad CAL State en Los Ángeles, en conjunto con el departamento de Artes y el decano de Artes y Letras de la universidad “California State University” distinguió al Dr. Walter Alva con el reconocimiento Tlamatini (sabio) otorgado por vez primera a un peruano, motivo por el cual fue añadido el título de “Amauta” (maestro).

El Dr. Alva, quien es considerado uno de los mejores arqueólogos del mundo, siendo su descubrimiento de las tumbas reales del Señor de Sipán un logro extraordinario, que cambió la visión de las culturas prehispánicas en el mundo, recibió este premio el día 11 de marzo del 2023 en los recintos de dicha universidad, por su brillante carrera y contribuciones al estudio del pensamiento y cultura andina, por su extraordinaria y continua labor arqueológica además de defensa de la cultura y patrimonio.

Este merecido reconocimiento fue otorgado al final del simposio preparado en su honor «Cuestiones de vida y muerte en la cultura Moche y más allá», en el cual participaron renombrados arqueólogos estadounidenses y peruanos, contando con la presencia del también mundialmente reconocido arqueólogo norteamericano Christopher Donnan, quien colaboró con el Dr. Alva durante sus excavaciones de las tumbas del Señor de Sipán, consiguiendo el financiamiento de National Geographic y trayendo conjuntamente con el Dr. Alva, la exhibición de las Tumbas Reales del Señor de Sipán a EE UU, lo que logró recabar los fondos suficientes para la construcción del Museo de Sitio Huaca Rajada -Sipán en Lambayeque, donde el mundo puede apreciar el esplendor de la cultura Moche del Perú.

El Dr. Alva hizo honor a su abuela materna quien con sus relatos le enseñó a imaginar los personajes del Perú de antaño, y a su mentor, el Dr. Max Díaz, quien le enseñó a temprana edad que la arqueología del pasado del Perú no son ruinas ni vasijas, es el espíritu de la gente. 

El Dr. Alva relató un recuerdo imborrable a temprana edad cuando estando en un museo frente a un huaco retrato “máxima expresión de la cultura Mochica” —como la llamó, viendo el rostro de un hombre perfectamente elaborado con una muestra de soberbia y una mirada que lo perseguía por todo el museo, entendió que los Mochicas estaban vivos y sintió que eran su fascinación.

“Me tocó la responsabilidad y el privilegio de traer al presente no solamente un tesoro de objetos maravillosos que eran los símbolos de rango y mando del personaje, sino lo más importante de todo entierro: El personaje sepultado. Esa presencia humana que ha conmovido a mi país y que conmueve hoy a la población nativa del Perú. 

Hay situaciones que impactan; primero cuando apareció esa orejera de oro que representaba al mismo personaje, sentí que no solamente yo miraba la orejera sino que alguien me estaba mirando; era la imagen de oro del mismo Señor de Sipán; fue como un encuentro face to face – son esos momentos eternos que uno nunca olvida. Otro momento sumamente importante fue cuando llevamos el ajuar funerario y los objetos de cobre para su restauración en Alemania; al regresar al Perú fueron recibidos con honores de Jefe de Estado por el presidente de entonces. Otro momento fue cuando en Lambayeque, después de la restauración en Alemania, la población espontáneamente se organizó para recibir al Señor de Sipán que llegaba a su tierra después de una larga estadía. Nadie pensó en joyas, ni ornamentos, pensó en que regresaba un personaje de su pasado. La gente se volcó en las calles, las mujeres echaban flores desde los balcones. 

Fue un cambio violento en lo que  significa la identidad de un pueblo. La recuperación, traer al presente un personaje que encarna la identidad de mi país. 

Se cumplió así un sueño que tuve alguna vez leyendo las Antimemorias de André Malraux cuando dice que cuando llevaron al faraón las mujeres egipcias salían al Nilo a llorar a su faraón después de cuatro mil años; y pensé: Algún día en el Perú se descubrirá un gobernante que representa su cultura y también será venerado. Razón mayor para llamarlo el Señor de Sipán.

Desde el inicio de la excavación tuvimos que intervenir de manera dramática, la única manera de salvar ese monumento del saqueo era ingresar sin medir ningún peligro. Yo no sentía ningún temor, lo que sentía era una orden que venía de muy lejos. Me sentí el último guerrero del Señor de Sipán que debía proteger intacta esta tumba.

Este reconocimiento significa asumir compromisos, un compromiso de seguir investigando con el mismo entusiasmo que tuve hace cerca de 40 años. 

Hoy siento que debo seguir y espero en los próximos años brindar nuevos aportes porque los arqueólogos no se jubilan nunca, siguen trabajando en el campo, escribiendo. Para mí el lugar natural de mi vida es la excavación y el campo. 

Quiero agradecer esta premiación que significa maestro y sabio. No soy un maestro y sabio; soy un soldado del Señor de Sipán y un trabajador de la cultura”, terminó diciendo el Dr. Alva entre calurosas ovaciones de académicos y personas que se rindieron ante la grandeza, sencillez y gran amor del arqueólogo peruano.

Dr. Manuel Aguilar Moreno, Profesor de Arte e Historia de la universidad CAL State – organizador del evento, r. Walter Allva, Sra, Emma Eizaguirre – arqueologa y esposa del Dr. Walter Alva
Dr. Walter Alva con organizadores del evento y panelistas del simposio » «Questions of Life and Death in the Moche Culture and Beyond».

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