El anuncio del retiro del juez Anthony Kennedy se produjo el miércoles, al tiempo que la Corte Suprema estadounidense asestaba un duro golpe a los sindicatos de trabajadores.
En un fallo dividido, de 5 votos contra 4, redactado por el magistrado Samuel Alito, la Corte Suprema apoyó a Mark Janus, un especialista en manutención infantil que argumentó que una ley estatal en Illinois que permite a los sindicatos cobrar una tarifa por negociación colectiva violaba sus derechos en virtud de la Primera Enmienda de la Constitución.
El fallo anula las llamadas “disposiciones de cuotas sindicales justas” y privará a los sindicatos del sector público de millones de dólares en cuotas sindicales. Janus recibió el apoyo de una serie de grupos de derecha, incluidos Americans for Prosperity, de los empresarios hermanos Koch, y el Consejo de Intercambio Legislativo Estadounidense (ALEC).
En un comunicado, la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, Condales y Municipales (AFSCME) escribió: “Es vergonzoso que los directores ejecutivos multimillonarios y los intereses corporativos que están detrás de este caso hayan logrado manipular al máximo tribunal de justicia para cumplir su voluntad. Este caso no fue más que un descarado ataque político para amañar aún más nuestra economía y democracia en favor de los ricos y poderosos y en contra de los estadounidenses de clase media”.
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