
La gobernadora de Carolina del Sur (sureste de EE.UU.), la republicana Nikki Haley, pidió a la legislatura de su estado que retire la bandera confederada de los terrenos del capitolio de la ciudad de Columbia.
Esa bandera, identificada con los estados sureños que combatieron en la Guerra Civil estadounidense en el siglo XIX contra la abolición de la esclavitud, todavía ondea en las inmediaciones de los edificios gubernamentales de Carolina del Sur.
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Haley realizó su petición cinco días después de que el joven Dylann Roof presuntamente matara a nueve feligreses negros en una iglesia de la localidad de Charleston, en un ataque que se cree podría tener motivaciones racistas.
El pasado fin de semana se publicaron unas imágenes en las que Roof aparece portando la bandera confederada.
Ese estandarte ondea en el Capitolio de Carolina del Sur desde hace décadas. Para retirarlo, es necesario que lo apruebe una mayoría de los dos tercios de la Asamblea del estado.

Muchos habitantes de en Carolina del Sur ven la bandera como un homenaje a sus antepasados que murieron en la Guerra Civil, aunque otros lo consideran un símbolo que justifica el racismo y el esclavismo.
Debate
Este lunes lunes Nikki Haley dijo que no va a permitir que la controversia en torno a la enseña confederada «nos divida».
«Como estado tenemos que ser la casa de todos, no vamos a declarar aquí un vencedor o un perdedor», dijo Haley en una rueda de prensa en la que estaba presente el senador republicano y candidato presidencial Lindsey Graham, quien fue uno de los primeros en realizar un llamado para que se retire la bandera.
La gobernadora advirtió que si los legisladores no inician en las próximas semanas el debate necesario para retirar la bandera, usará su autoridad para hacer que la discusión tenga lugar.