Empleados federales de EE.UU. deberán presentar un certificado de vacunación o hacerse pruebas regulares de coronavirus

Foto: cortesía Democracy Now!

El lunes, funcionarios de condados de toda el área de la bahía de San Francisco exigieron nuevamente el uso obligatorio de mascarilla en espacios cerrados, incluso para las personas vacunadas, después de que la ciudad de Los Ángeles impusiera medidas similares en julio.

En la ciudad de Nueva York, el alcalde Bill de Blasio instó a las personas que no están vacunadas a usar mascarilla en espacios cerrados, pero no lo hizo obligatorio.

Asimismo, el gobernador Andrew Cuomo anunció que decenas de miles de trabajadores del sistema de transporte público del estado de Nueva York deberán presentar certificados de vacunación o hacerse pruebas semanales de COVID-19.

Por su parte, Jeff Zients, el coordinador de la respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, dijo el lunes que habrá reglas similares vigentes para unos cuatro millones de trabajadores federales.

Jeff Zients: “Todos los empleados federales que no acrediten su estatus de vacunación, o que no estén vacunados, deberán usar mascarilla cualquiera sea el lugar en el que trabajen, hacerse una prueba de coronavirus una o dos veces a la semana, mantener distancia social y, en general, no se les permitirá hacer viajes de trabajo”.

Luisiana exige el uso obligatorio de mascarilla

Ese requisite se exige al mismo tiempo que EE.UU. registra su mayor número de casos de coronavirus desde febrero.

Estados Unidos finalmente alcanzó el objetivo del Gobierno de Biden de vacunar contra la COVID-19 al 70% de los adultos estadounidenses, un mes después de lo planeado. Dicha meta se logró al tiempo que el país registró más de 135.000 casos nuevos, su mayor número diario de nuevos contagios desde febrero. El lunes, el gobernador del estado de Luisiana, John Bel Edwards, volvió a exigir el uso obligatorio de mascarilla a nivel estatal, después de que el estado rompiera su récord de nuevos casos de coronavirus y de que los hospitales se vieran desbordados de pacientes con COVID-19.

Gobernador John Bel Edwards: “Ocupamos el peor puesto en el país en términos de este aumento de casos de coronavirus. Y eso se debe a la variante delta, que es un punto de inflexión, y al hecho de que, francamente, no hay suficientes personas vacunadas aquí en Luisiana”.

 

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