España aceptó una oferta de rescate financiero de la Unión Europea de hasta 125 mil millones de dólares para sus bancos, asolados por las deudas.
La medida convierte a España en el cuarto y mayor país europeo en aceptar ayuda internacional de emergencia como parte de la crisis de deuda soberana que afecta a todo el continente.
Los detalles de los términos del acuerdo se han mantenido en secreto, sin mención a las nuevas medidas de austeridad que han desencadenado un vendaval de críticas en toda Europa.
Tras el anuncio del rescate financiero, los manifestantes del movimiento español de los Indignados se concentraron en Madrid para protestar.
Mari Paz dijo: «Estamos diciendo que es una estafa precisamente porque el rescate no debería de ser a los bancos sino a los ciudadanos, que en España somos aquellos que nos estamos llevando la peor parte, y no los banqueros».
«No creo que los banqueros la estén pasando mal en este momento, y si precisamente la crisis viene de alguna parte es de los mercados, no de los ciudadanos», apuntó.
