Foto: cortesía Democracy Now!
El miércoles, Estados Unidos registró 3.124 muertes por COVID-19 y superó todos los récords mundiales diarios desde el inicio de la pandemia.
La cifra de hospitalizaciones también alcanzó un nuevo récord, con 107.000 personas hospitalizadas en Estados Unidos y en solo 24 horas se registraron más de 220.000 nuevos contagios. Más de un tercio de los habitantes de Estados Unidos viven en áreas donde las unidades de cuidados intensivos han alcanzado su capacidad máxima o se encuentran críticamente cerca de alcanzarla.
Los pronósticos publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades predicen que luego del fin de semana de Navidad podrían haber hasta 23.000 nuevas hospitalizaciones por COVID-19 por día, a menos que la mayoría de la población adopte medidas de salud pública, como el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
En el estado de Alabama, el exsenador estatal republicano, Larry Dixon, murió el sábado de COVID-19 a la edad de 78 años. Su viuda, quien también dio positivo en la prueba, informó que las últimas palabras de su esposo fueron “Cometimos un error. Bajamos la guardia. Por favor, diles a todos que tengan cuidado. Esto es real, y si alguien es COVID positivo, debe buscar ayuda de inmediato”.
En el Congreso de Estados Unidos, la Cámara de Representantes aprobó el financiamiento federal para los servicios gubernamentales por una semana más.
Esto con el fin de dar más tiempo a los legisladores para que lleguen a un acuerdo sobre un proyecto de ley para un paquete de ayuda económica por el coronavirus Republicanos del Senado no han logrado aprobar un nuevo paquete de estímulo desde que la Cámara de Representantes aprobó la Ley HEROES de tres billones de dólares en mayo de 2020.
