Por Ramón Jiménez
Ser reina del Carnaval de San Miguel es un sueño al que muchas chicas de esa ciudad oriental acarician y si logran ese objetivo —con el paso de los años— las exreinas se sienten como obligadas a mantener esos rasgos que un día las hizo ceñirse la corona del la fiesta más grande de El Salvador.
La última semana de noviembre con ocasión de celebrarse el aniversario número 60 del Carnaval, el Comité de Festejos decidió convocar a todas las exreinas, pero solamente diez de ellas aceptaron ser parte de la Carroza de las Seis Décadas”, que desfilaron la noche de la gran fiesta.
“Nos sentimos sorprendidas por la convocatoria pero muy contentas de que se nos tomara en cuenta, aunque en las reuniones nos sentíamos como extrañas”, señalaron las representantes de la belleza migueleña de años anteriores.
Sin embargo, por falta de patrocinio no pudieron tener su propia carroza pero compartieron la carroza con la reina actual, Judith Ventura para convertirse en su Corte de Honor y ser aplaudidas por cientos de miles de personas apostadas a lo largo de más de dos kilómetros de distancia; reviviendo de esa forma el año en que cada una fue coronada; algunas hace más de 30 años, como es el caso de Ana Mercedes Hernández (reina en 1986).
“Nosotros queríamos ir en nuestra propia carroza pero no se pudo”, dijo Hernández, una apasionada de la fotografía y quien siempre quiso ser modelo pero sus padres se opusieron.
Dentro de ese grupo de exreinas hay una que merece mención especial: Xenia Lissette Torres, ya que a pesar de haber sido elegida reina en 1989 no tuvo la oportunidad de desfilar en su carroza, ya que por motivos del conflicto armado que imperaba en El Salvador en esa época (Ofensiva Final de la exguerrilla del FMLN contra el ejército) todas las actividades del Carnaval fueron canceladas.
Todas son ahora madres de familia, excepto Tiffanie Jiménez. Algunas, como es el caso de Ana Mercedes Hernández y otras, hasta tienen que “competir” con sus propias hijas, quienes han heredado sus resaltantes cualidades.
