Carmen Ramírez durante un conversatorio en Langley Park, Maryland. Foto: Ramón Jiménez.
Por Ramón Jiménez
Karmen Felisa Ramírez Boscán (conocida como Carmen Ramírez), la primera mujer indígena electa al Senado colombiano por el movimiento Colombia Humana Internacional, se encuentra en visita de trabajo con sus compatriotas residentes en la región metropolitana de Washington, que incluye sectores de Maryland y Virginia.
Ramírez, quien reside en Berna, Suiza y pertenece a la etnia Wayuú en el departamento de Guajira —y ahora representa a la colombianidad en el mundo—, estuvo este viernes en el sector de Langley Park, Maryland, donde se reunió con un grupo de compatriotas, que al igual que ella buscan afianzar el triunfo de la fórmula integrada por Gustavo Petro y Francia Márquez de la Coalición Pacto Histórico, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que tendrán lugar el próximo domingo 19 de junio.
Petro, un exguerrillero de izquierda, exalcalde de Bogotá, originario del departamento de Córdoba; y Márquez, originaria del departamento del Cauca, afrocolombiana y gran activista defensora de los derechos humanos, ganaron la primera vuelta en las elecciones presidenciales del pasado 29 de mayo con más del 40 por ciento de los votos válidos (8.5 millones), contra 28 por ciento (5.9 millones) que obtuvo el empresario de corte populista Rodolfo Hernández de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, quien de la noche a la mañana se ubicó en segundo lugar al final del conteo oficial, aunque era otro el candidato favorito, según los sondeos, a ocupar esa posición.
“La colombianidad en el mundo abraza el sueño de ver a Colombia convertida en potencia mundial de la vida, en paz y con justicia social”, remarcó Ramírez, que será senadora de su país en el periodo 2022-2026 y se une a otras 31 mujeres senadoras y 51 en la Cámara Baja.
“Siento que tenemos una gran responsabilidad porque pasamos de prácticamente no estar en la agenda política nacional, o de los medios de comunicación, a ser visibles al haber ganado esta curul”, remarcó Ramírez, mientras era aplaudida efusivamente por las personas que asistieron a la convocatoria en Langley Park, un sector de inmigrantes de los diferentes países latinoamericanos y otras regiones.
Ramírez, además de indígena es feminista, defensora de los derechos humanos y de las mujeres indígenas. Desde el año 2000 fue fundadora de la Fuerza de Mujeres Wayuú.
“Las feministas en el exterior vamos a hacer la diferencia en los votos del triunfo [de Petro y Márquez] y para eso necesitamos más mujeres que hagan un servicio social”, enfatizó la senadora electa, en referencia a los nueve días que faltan para la segunda ronda presidencial y después del triunfo el 19 de junio.
Leopoldo Orozco, quien asistió al evento en Langley Park, reconoce el aporte de la candidata a la vicepresidencia en el triunfo de la primera vuelta.
“Ha sido definitiva la presencia de Francia Márquez en el triunfo de Petro”, destacó Orozco. En Estados Unidos vive la mayor cantidad de colombianos fuera de su país.
Aunque Ramírez ha sido amenazada de muerte en varias ocasiones, particularmente desde que en 2007 publicó su libro “Desde el desierto”, que habla sobre el conflicto armado en territorio Wayuú y el impacto negativo de las multinacionales en su territorio. Por ese motivo tuvo que huir a Suiza desde 2011.
Desde esa fecha Ramírez se dedicó a las labores que realiza la mayoría de mujeres inmigrantes que llegan a un país sin la preparación académica adecuada, donde se habla otro idioma (en Suiza se habla alemán, francés, italiano y otras lenguas) y donde tuvo que experimentar el racismo, la exclusión y discriminación, así como otros problemas debido al estatus migratorio. Pero desde el 13 de marzo que ganó la curul en el Senado, Ramírez ya respira otro ambiente.
“Eso me llena de esperanza porque significa que la gente en el exterior también ha abrazado la conciencia del cambio que necesitamos en el país”, remarcó.
Aunque en un principio Ramírez no quería ser candidata al Senado de su país; ante la ausencia de otros candidatos tuvo que inscribirse, después de consultar con muchas personas, incluyendo con su familia. Finalmente aceptó, sabiendo que habían otras personas con mejores calificaciones para aspirar por el cargo.
Reconoce Ramírez que ya tienen las bases de lo que hará a partir del 20 de julio que tome posesión como senadora, ya que se ha reunido con grupos a nivel internacional, con organizaciones que trabajan con la migración colombiana, y muchas organizaciones de mujeres, grupos de jóvenes estudiantes, con académicos, y con mujeres trabajadoras del hogar, para definir un programa.
Petro y Márquez proponen un Pacto Histórico de diez puntos para lograr un cambio radical:
1.- Salud y pensiones justas
2.- Seguridad en una era de paz
3.- Educación para todos y de calidad
4.- Poder para el pueblo
5.- Tierra, crédito, seguridad y soberanía alimentaria
6.- Pacto para recuperar la economía, el trabajo y la productividad del país
7.- Techo para todos
8.- Reforma al sistema judicial eficaz
9.- Políticas contra el cambio climático
10.-Sistema integral del cuidado.
Ramírez se siente muy optimista del triunfo de Petro y Márquez la próxima semana, y no presta atención a las recientes encuestas que señalan un “empate técnico” entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.
“Ganamos en las elecciones del Congreso el 13 de marzo, luego ganamos con más del 40 por ciento la primera vuelta de las presidenciales el 29 de mayo. Y vamos a ganar también el 19 de junio”, vaticinó Ramírez.
