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Por Isaac Cohen*
Mientras en Washington la transición política enfrenta algunas dificultades, ominosamente, el número de infecciones de coronavirus en Estados Unidos se acerca a 150,000 por día, con los fallecimientos aumentando 50 por ciento desde octubre a un promedio de 1,000 diarios y las hospitalizaciones de nuevo en ascenso.
Las buenas noticia son que dos empresas anunciaron, la semana pasada, resultados positivos respecto a la efectividad de dos vacunas, las cuales fueron bienvenidas por las bolsas de valores del mundo. Entretanto, en Washington se desvanece la aprobación de otro paquete de alivio económico, antes de la inauguración del nuevo gobierno, por la amplia distancia que hay entre las propuestas de la Cámara y del Senado.
En peligro están dos programas aprobados por el Congreso extendiendo los beneficios por desempleo por trece semanas, en un caso y la eligibilidad de los beneficiarios, para incluir a los trabajadores por cuenta propia, en el otro. Ambos beneficios expiran a fin de año junto a otras medidas de alivio, tales como diferir los pagos por préstamos estudiantiles, la moratoria de los desahucios y algunas exoneraciones de impuestos para empresas.
El lunes anterior a su proclamación, el Presidente electo Joseph Biden reconoció que el control del virus es esencial para fortalecer la recuperación económica. Al anunciar la creación de una fuerza de tarea para lidiar con el virus, el Presidente electo dijo, “todavía estamos frente a un invierno muy sombrío.” (The Wall Street Journal, 11 de noviembre 2020).
*Analista y consultor internacional, exdirector de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, TELEMUNDO, UNIVISION y otros medios.
