La música de Violeta Parra sigue viva

Patricio Zamorano (izq.) y Xavier Bure. Foto: Ramón Jiménez.

Por Ramón Jiménez

A cien años de su nacimiento y medio siglo después de su muerte trágica la muy destacada cantautora chilena Violeta Parra todavía se le recuerda por su gran legado musical, no solamente en los países latinoamericanos sino en otras regiones del mundo.

Así quedó demostrado durante un homenaje que se le rindió a Parra en la Embajada de Chile en Washington, este miércoles 4 de octubre, con motivo de celebrar la fecha de su natalicio número cien.

“El objetivo de este concierto es humanizar la vida de esa gran artista que triunfó a nivel internacional a pesar de la poca preparación académica tradicional y se educó por si misma, incluso aprendió a hablar francés perfectamente; por eso el nombre de Violeta Parra nos convoca a todos”, destacó Zamorano ante la nutrida concurrencia de chilenos, salvadoreños, peruanos, guatemaltecos y de otros países de esa región del continente americano familiarizados con la música de la celebrada cantautora.

En la sala de eventos de la Embajada de Chile en la avenida Massachusetts de esta capital, el trovador Patricio Zamorano sacó a relucir las diferentes facetas musicales, entre las que destacaron la alegría pícara del campo de la Violeta campesina con su Jardinera, Los amores del sacristán o La Juana Rosa.

En su concierto musical Zambrano también destacó la etapa de la Violeta comprometida con su época (décadas de los cincuenta y sesenta) donde destacaron Arauco tiene pena, Hace falta un guerrillero, (que no fue otra cosa más que un homenaje al héroe de la Patria chilena, Manuel Rodríguez).

De igual manera resaltaró la Violeta enamorada y dolida con interpretaciones como Volver a los diecisiete, Maldigo del alto cielo y la más emblemática canción de Violeta Parra: Gracias a la vida, que ha sido interpretada por los grandes cantantes de la música latinoamericana.

«Una selección de canciones que representa a todas las Violetas que convivieron en su amplia vida de artista, desde la campesina centrada en el folclore más puro, a la compositora urbana sofisticada, pasando por composiciones muy pocas veces interpretadas en público que representan su compromiso social y su crítica a los problemas sociales y políticos del tiempo que le tocó vivir, retos que en ocasiones aún son parte de la realidad contemporánea”, agregó Zamorano.

Reconoció, además, que Violeta era una artista y activista adelantada a su época, que sufrió la incomprensión de la chilenidad que le tocó vivir en su tiempo, y que a veces fue ignorada de forma dolorosa por sus pares.

«Tras su dramática muerte, la obra de Violeta se ha elevado a niveles de leyenda, convirtiéndose poco a poco en la representación más fidedigna de nuestra América morena, la Latinoamérica de la lucha eterna por una mejor vida para todos sus pueblos. Celebrar sus canciones el día de su natalicio de cien años, es una enorme emoción”, apuntó Zamorano.

El público aplaudió muy efusivamente. Foto: Ramón Jiménez.
César Guarcax (izq.), Zamorano y Xavier Bure le dieron vida a la música de Parra. Foto: Ramón Jiménez.
De izq. a der. Lori Kaplan, presidenta del Centro de la Juventud Lainoamericana (LAYC); Jackie Reyes, directora de la Oficina de Asuntos Latinos del Alcalde de Washington (MOLA); Sonia Umanzor, ministra consejera de Asuntos Comunitarios de la Embajada de El Salvador en Washington. Foto: Ramón Jiménez.
Lori Kaplan antes de iniciar el concierto musical. Foto: Ramón Jiménez.

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