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Washington, D.C., 16 de mayo de 2025 — La agencia de calificación crediticia Moody’s rebajó la calificación crediticia del gobierno de Estados Unidos de “Aaa” a “Aa1”, señalando específicamente que “no creen que las actuales propuestas fiscales bajo consideración resulten en reducciones sustanciales de varios años en el gasto obligatorio y los déficits” y señalando la probable acumulación de deuda y pagos de intereses durante la próxima década.
Lo siguiente es una declaración de Maya MacGuineas, presidenta del Comité para un Presupuesto Federal Responsable:
¿Lo oyen? Es el sonido de no una, ni dos, sino las tres principales agencias de calificación crediticia diciendo lo mismo: la situación fiscal de EE. UU. es insostenible. Hoy, Moody’s analizó la propuesta del Congreso y determinó que empeoraría las cosas, hasta el punto de cuestionar nuestra capacidad para controlar el endeudamiento.
Es hora de que los responsables políticos hagan una pausa, vuelvan a la mesa de diseño y presenten un plan que realmente tome medidas para poner a nuestra nación en una trayectoria fiscal sostenible. Como mínimo, no deberíamos considerar añadir más de 3 billones de dólares a la deuda —o 5,2 billones si las disposiciones temporales se hacen permanentes— después de que nos acaban de decir que nuestra solvencia crediticia es inferior a la que tenía.
Las señales de alerta están por todas partes. La rebaja de Moody’s se produce junto con una creciente volatilidad en los mercados de bonos, con el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años aumentando aproximadamente 30 puntos básicos desde principios de mes. Nuestros pagos de intereses federales se están disparando, superando ya lo que gastamos anualmente en defensa o Medicare.
Congreso, tomen nota: dejen lo que están haciendo, aléjense de la cornisa y comiencen a trabajar para encontrar una salida a este lío.
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