Las alfombras de Viernes Santo en nuestros pueblos hispanos

Del modo que sea estas jóvenes ponen todo su empeño, para que su trabajo salga de la mejor forma. Foto: Miguel A. Álvarez

Por Miguel Ángel Álvarez/Enviado especial

YUCUAIQUÍN, El Salvador.- Jóvenes católicos congregados en el Grupo Juvenil el Nazareno de esta pequeña villa ubicada al norte del departamento de La Unión, en el oriente salvadoreño, dedican muchas horas de trabajo para elaborar las coloridas alfombras, donde pasa el Santo Entierro cada Viernes Santo.

De esa forma la feligresía católica yucuaiquinense cerró con fervor esta noche con el Santo Entierro, después de realizar por la mañana el Vía Crucis y revivir la pasión de Jesucristo y la adoración a la Cruz por la tarde.

A la espera que pase el Santo Entierro. Foto: Miguel A. Álvarez.

“El Viernes Santo representa un punto alto dentro de la cuaresma católica y es una época propicia para reflexionar y fortalecer la fe”, señalaron los organizadores.

Los jóvenes del Grupo Juvenil el Nazareno decoraron las alfombras frente a la parroquia San Francisco de Asís, para conservar costumbres de sus generaciones pasadas, trabajos que se realizan en muchos pueblos grandes y pequeños del territorio salvadoreño, en cuya elaboración usan la cantidad de materiales de acuerdo con el presupuesto con que cuentan.

La simbología de las 3 cruces. La de Jesucristo y los dos ladrones que lo acompañaron en la Crucifixión. Foto: Miguel A. Álvarez.

Cabe mencionar las gigantescas alfombras que voluntarios elaboran en la occidental ciudad de Sonsonate, así como en la ciudad de Sensuntepeque, capital del departamento de Cabañas, ubicada al nororiente del territorio salvadoreño.

También se lucen confeccionando bellas alfombras de Semana Santa en la ciudad de Panchimalco (departamento de San Salvador), Izalco (departamento de Sonsonate), Santa Tecla (departamento de La Libertad) y la capital San Salvador, entre otras ciudades.

Trabajos sencillos pero con dedicación. Foto: Miguel A. Álvarez.

Aunque Yucuaquín —cuyo nombre significa Pueblo de Fuego en idioma lenca— es un pueblo fundado en 1824, y tiene menos de 10 mil habitantes, pero está rodeada por numerosos vecinos. Al norte limita con la población de Jocoro (departamento de Morazán); al sur con San Alejo y Yayantique; al oriente con Bolívar y San José de la Fuente; y al oeste con Uluazapa y Comacarán (en el departamento de San Miguel).

La confección de alfombras el Viernes Santo es una tradición que piensan seguir los miembros del Grupo Juvenil el Nazareno de Yucuaiquín y luego transmitirla a sus descendientes.

Alfombra gigantesca elaborada en Sensuntepeque. Foto: EDH.

 

 

 

 

 

 

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