Por Erasmo Magoulas
¡Qué cosas las influencias!
Leyendo a Gelman en un aeropuerto,
comencé a ver todo aquello
insoportablemente poético.
Taciturnas miradas masculinas,
Y esposas emocionalmente perturbadas.
La arquitectura impersonal;
el “summa cum laude” del funcionalismo;
aluminio, vidrio y plástico moldeado.
La vida en módulos.
La rutina enmascarada de los aeropuertos.
¿Qué pasará sin mi presencia?
Qué será de esas gigantescas naves,
Que nunca parten hacia ningún lugar,
Aunque parecieran dispuestas a hacerlo
A cada instante.
Me pregunto, ¿me extrañarán las trabajadoras
de los “check in”?,
los oficiales de aduana,
los poco gentiles controladores de equipaje;
que te piden, con una sarcástica mueca,
después del pip, a veces pip-pip,
te quités los “socks”, o los calcetines, o las medias;
para ver si tenés un dispositivo
que pudiera asemejarse a un arma de destrucción masiva,
debajo de la uña del dedo gordo.
¡Yo sí los extraño!
Qué puede haber más poético
Que un multitud de anónimos,
Que sabe hacia dónde va,
porque se lo indica un tablero electrónico.
¡Yo sí los extraño!
Erasmo Magoulas escribe desde Ontario, Canadá
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL