Por Jaime González
Falta poco más de un año para que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos y Hillary Clinton todavía debe hacer frente al obstáculo de las primarias de su partido para convertirse en la candidata demócrata a la Casa Blanca.
Pero, en estos momentos, la exprimera dama es la que parece tener más posibilidades de concurrir a esos comicios, en los que de nuevo el voto de la comunidad hispana será decisivo.
Y para tratar de convencer a los latinos de que ella debe ser la próxima presidenta del país, Clinton ha situado como una de las figuras clave de su equipo a una joven de origen peruano.
Se trata de Lorella Praeli, a quien hace unos meses Clinton nombró directora de enlace con la comunidad latina de su campaña y quien lleva años luchando por los derechos de los indocumentados en EE.UU.
Praeli, de 27 años, es uno de los rostros más conocidos del movimiento de los llamados «dreamers», los inmigrantes sin papeles que fueron traídos al país por sus padres siendo niños.
Fueron «dreamers» como Praeli los que lograron que el presidente Barack Obama introdujera en 2012 el programa de acción diferida DACA, del que se beneficiaron miles de jóvenes indocumentados, a los que se permitió permanecer en EE.UU.
De Perú a EE.UU.
«A los 2 años tuve un accidente automovilístico y me amputaron la pierna derecha. Ese fue uno de los motivos que llevó a mis padres a que nos mudáramos a EE.UU. cuando tenía diez años, para que tuviera un mejor tratamiento médico», le cuenta a BBC Mundo Praelli, quien se encuentra sumergida en la campaña de Clinton para las primarias demócratas.
Un tiempo después de llegar a EE.UU. su padre regresó a Perú y ella se quedó en Connecticut con su hermana y su madre, Chela, quien todavía está en situación irregular en el país.
Cuando estudiaba secundaria, Praeli se involucró en campañas en contra del acoso escolar.
Fue en esa época cuando empezó a ser consciente de que era indocumentada y de los obstáculos a los que debería hacer frente.
Pese a ello, logró una beca para acudir a la Universidad de Quinnipiac, donde empezó a participar en el movimiento de los «dreamers».
«En aquél entonces todavía sentía mucha vergüenza por mi estatus migratorio. Entonces, en septiembre de 2009 tuve otro accidente de auto. Eso fue un toque de atención que me hizo reflexionar», explica la joven activista.
Praeli, quien logró la residencia permanente en 2012 tras contraer matrimonio con un joven estadounidense, acabó convirtiéndose en la directora de estrategia política de United We Dream, la red nacional de «dreamers» más importante de EE.UU.
Ocupó ese puesto hasta que la campaña de Hillary Clinton la fichó el pasado mayo.
«Me identifico con Clinton»
Con ese nombramiento Clinton quiso reafirmar su mensaje de que, de llegar a la Casa Blanca, una de sus prioridades será impulsar una reforma migratoria que incluya un camino hacia la ciudadanía para los más de 11 millones de indocumentados que viven en el país.
¿Y cómo es trabajar con Hillary Clinton?
«Hace años yo no apoyaba a Clinton y no fue hasta que empecé a leer sobre su trayectoria que me di cuenta que fue una mujer que no tuvo una vida fácil», explica Praeli.
«Su madre fue abandonada a los 14 años y trabajó muy duro para que Hillary se convirtiera en lo que es hoy, por lo que me identifico mucho con su historia«, señala.
Praeli asegura que la exprimera dama «respeta mucho a la comunidad hispana, con la que tiene una relación estrecha».
Según Praeli, «si llega a la presidencia Clinton va a conservar las acciones ejecutivas sobre inmigración adoptadas por Barack Obama y si el Congreso no actúa las va a expandir a través de su poder ejecutivo».
«Obviamente el que se pueda sacar adelante una reforma migratoria dependerá de si el Congreso está controlado por los republicanos, aunque la meta es lograr una reforma que proteja al mayor número de personas«.
«Retórica tóxica»
Praeli se muestra muy crítica con el Partido Republicano, al que acusa de tener «una retórica tóxica sobre los inmigrantes».
«Sus posiciones se han radicalizado en los últimos años, presentando propuestas extremas como son las de Donald Trump».
«No veo que ofrezcan soluciones a la comunidad hispana. Y no sólo es Trump. No hay ningún candidato republicano que dé alternativas«, señala la joven.
Praelli cree que Marco Rubio, el senador republicano de origen cubano que aspira a convertirse en presidente de EE.UU., no tiene una postura clara sobre los indocumentados y «ha cambiado de opinión muchas veces».
La colaboradora de Clinton se muestra optimista sobre el estado del movimiento en favor de los derechos de los indocumentados en EE.UU., que cree ha ganado fuerza en los últimos años, «bajo el liderazgo de nuestros padres y de los dreamers».
«El papel de los hispanos en EE.UU. está cambiando. Somos más activos. Tenemos una conciencia política más desarrollada y estamos más preparados», dice.
Y Praeli advierte que «el electorado latino está prestando atención a los candidatos y a cómo estos responden a sus demandas».
¿Y qué mensaje tiene Praeli para los miles de jóvenes hispanos que, como era su caso hace unos años, se encuentran el país en situación irregular?
«Mis padres me enseñaron que la adversidad no nos define, sino cómo respondemos a ella. (…) Has de tener metas y ser firme para cumplirlas. Has de vivir tu realidad y jamás dejar de soñar para que tus sueños se cumplan».
Fuente: BBC Mundo
jueves, mayo 2
