Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, han ordenado a los cincuenta estados y a cinco grandes ciudades que hagan preparativos para distribuir una posible vacuna contra el coronavirus a fines de octubre.
En una carta dirigida a los gobernadores del país, el director de la agencia, Robert Redfield, instó a los estados a prescindir de cualquier requisito que impida que los centros de distribución de vacunas estén completamente operativos para el 1º de noviembre. El Gobierno ha contratado a la empresa privada McKesson Corporation para distribuir la vacuna una vez aprobada.
Existe una preocupación creciente de que el Gobierno de Trump pueda otorgar una aprobación de emergencia a una vacuna antes de que finalicen los ensayos clínicos, en un intento de aumentar las posibilidades de reelección del presidente.
Autoridades de salud pública han advertido que apresurar una vacuna no probada podría presentar peligros para la salud y enardecer posturas en contra de las vacunas. Todo esto ocurre al tiempo que el número de muertos por COVID-19 en Estados Unidos se acerca a 186.000.
Senadora de Iowa difunde teoría conspirativa de COVID-19 mientras los casos se disparan en el estado

Los casos de COVID-19 han aumentado vertiginosamente en la región Medio Oeste de Estados Unidos. Más de 260 casos registrados en nueve estados han sido vinculados con un reciente evento de motociclismo llevado a cabo en la ciudad de Sturgis, en el estado de Dakota del Sur.
Uno de los motociclistas falleció. Esto se produce mientras el estado de Iowa registra actualmente la mayor tasa de COVID-19 per cápita del país. La cifra de nuevos casos en Iowa se ha disparado en un 90% durante las últimas dos semanas. Mientras tanto, la senadora de Iowa Jodi Ernst se ha convertido en la republicana más reciente en adoptar una teoría conspirativa que sostiene que muchas menos personas mueren por COVID-19.
Asimismo, Ernst sugirió que los médicos podrían estar clasificando erróneamente los casos de COVID-19 para ganar más dinero.