El festival Jack-in-the-Green en la ciudad costera de Hastings, East Sussex, atrae a multitudes todos los años. En la imagen, Wildgoose con un elaborado tocado de hojas y flores.
Si les dicen festivales de música, puede que les suene a las citas que se han puesto de moda en las últimas décadas y que durante varios días aglutinan a los mejores grupos de moda de un determinado estilo.
Pero hay algunos festivales, como los folclóricos británicos, que se llevan celebrando durante siglos mostrando rituales ancestrales.
El fotógrafo Henry Bourne fue a varios de ellos para retratar los vestidos folclóricos tradicionales en su nuevo libro «Arcadia Britannica: Un Moderno Retrato Folclórico», que se publicó el 16 de junio.
«Puede ser remontarse a otra era o quizás simplemente es pura fantasía, pero de cualquier forma es completamente lo que hacemos, es muy británico», dice Bourne.
No todo el folclore británico surgió en el campo. The Pearly Kings and Queens, una organización caritativa reconocible por los trajes decorados con perlas y nácar data de finales del siglo XIX y se originó en Londres. Darren Walters, el ‘Príncipe de Finsbury’ de la sociedad, aparece en esta imagen en una feria de Londres.
En la cultura antigua británica pagana, el 1 de mayo se le dedicaba a la Diosa Flora y se decoraba un árbol con cintas y flores. Con el tiempo, evolucionaron a disfraces y tocados y surgió el personaje de Jack-in-the-Green, del que está caracterizado Craig Shepard en la imagen.
«Los británicos se han labrado la fama de albergar y valorar la excentricidad, frecuentemente ante la perplejidad del resto del mundo», escribe Simon Costin, director del Museo Británico del Folclore, en la introducción del libro de Bourne. Derek Stone y Pip Gasson, en la foto, son miembros de la Sociedad Ewhurst and Staplecross Bonfire.
Jamie Bradbury es un danzarín con cuernos en el baile Abbots Bromley Horn Dance, de Staffordshire. Las astas son las mismas que se usaban en una danza ritual en la era victoriana que fueron preservadas en una iglesia y se sacan cada año para la ceremonia de los bailarines. El festival del Oso de Paja, en Whittlesey, Cambridgeshire, celebra una antigua tradición de hacer un desfile alrededor de la ciudad con personas caracterizadas con exagerados disfraces y tocados, como los que llevan Paul Whiting y Pete Williams en la foto.
«Lo que es fascinante aquí es la cultura del disfraz, esta toma de otra identidad», explica el fotógrafo. En la imagen, Ben Jones, un traductor japonés, aparece disfrazado de George, un personaje del festival de invierno de Hoodening, donde los participantes interpretan una obra diferente cada año.
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