Por Liliana Perusini
No recuerdo,
el año ni el día,
pero no olvido de niña,
su figura pequeñita,
patinando en una pista
de mosaicos gastados y rotos.
Su casa, al lado de la mía,
con enorme patio y galería,
y un fabuloso fondo con moras,
desde donde Milord, me gruñía.
En la vereda,
algarabía de juegos…
cowboys, indios,
figuritas y rayuelas.
De vez en cuando,
las muñecas
y con las ramas de un árbol caído,
el armado de fuertes y chozas,
y con los amigos del barrio,
saltando,
corriendo…
Recuerdo que ella soñaba…
con libertades y cantos,
justicias y versos,
en un mundo nuevo…
Y que un día de agosto,
de agonías y penas,
silenciaban sus sueños.
Compañera de mi infancia…
siguen tus recuerdos,
en mi alma prisioneros.
Y hoy en libertad,
y espejados a los tuyos,
yo deseando…
que renazcan tus sueños.
Dibujo: Virginia De La Puente
Liliana Perusini escribe desde Santa Fe, Argentina.
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL