El sábado, millones de personas salieron a las calles en todas partes del mundo para protestar contra la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.
En Washington DC más de medio millón de personas inundaron el Paseo Nacional para participar en la Marcha de Mujeres, muchas de ellas con gorros rosados denominados “pussy hats” (gorros vagina, en español).
Tanta gente acudió a la marcha, que a mediodía todo el recorrido previsto ya estaba lleno de gente. Estas son las palabras de una de las manifestantes.
Sami Assad, manifestante: “Me llamo Sami Assad. Soy parte de la delegación de Nuevo México. Nos llevó 39 horas llegar hasta aquí, en dos autobuses. También recogimos gente en Oklahoma. Nos enorgullece mucho estar aquí. No podemos separarnos, separar nuestras opiniones, nuestra presencia como una comunidad, como una hermandad; le decimos no al racismo, no a la islamofobia, no a la xenofobia, y defendemos la justicia para todos. Todos, sin importar nuestro género, color o raza”.
Amy Goodman: “¿Cuál es el nombre de su grupo?”
Sami Assad, manifestante: “Enchanted Uprising!” (Insurgencia encantada, en español).
El periódico The New York Times informa que en la protesta del sábado en Washington participó el triple de gente que en la toma de posesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el viernes. En la ciudad de Nueva York, 400.000 personas salieron a las calles cerca de la Torre Trump. 250.000 personas se congregaron en Chicago.
Cientos de miles inundaron las calles de Boston, Los Ángeles, Denver, Madison, Wisconsin y otras ciudades. La manifestación nacional del sábado fue la mayor protesta contra la toma de posesión de un presidente en la historia de Estados Unidos y se sitúa entre las mayores movilizaciones en la historia de Estados Unidos.
También fue uno de los días de acción coordinada más importantes de la historia mundial, ya que hubo protestas en todos los continentes del planeta, incluso en la Antártida. Se congregaron enormes multitudes en las principales ciudades del mundo, como Londres, París, Nueva Delhi, Sídney, Ciudad de México y Buenos Aires.
Fuente: Democracy Now!
