Eso ocurre mientras aumenta la indignación por la crisis en el Servicio Postal de EE.UU..
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, pidió a los legisladores del país que retornen del receso de verano para votar de forma urgente esta semana a fin de detener cambios en el Servicio Postal que podrían interferir con las próximas elecciones.
El jueves, el presidente Donald Trump admitió que está trabajando para socavar el Servicio Postal estadounidense con el objetivo de dificultar la votación por correo en las elecciones que tendrán lugar en noviembre. Trump ha presionando a los republicanos para que rechacen un nuevo proyecto de ley de estímulo económico ante la crisis del coronavirus a raíz de los reclamos hechos por los demócratas de destinar fondos a reforzar la seguridad electoral y destinar 25.000 millones de dólares a apoyar financieramente al Servicio Postal.
Los demócratas exigen que el director general del Servicio Postal, Louis DeJoy —un importante contribuyente de campaña de Trump— y otros altos funcionarios testifiquen ante el Congreso. El organismo de control interno del Servicio Postal del país está revisando los recientes cambios efectuados en las políticas de la agencia, así como el cumplimiento de las reglas de ética por parte de DeJoy, según informó el viernes la cadena de televisión CNN.
DeJoy y su esposa poseen hasta 75 millones de dólares en activos de competidores o contratistas del Servicio Postal. Fiscales generales de al menos seis estados están considerando entablar demandas contra el Gobierno de Trump para evitar que reduzca el servicio de correos en el período previo a las elecciones.
Mientras miembros del sindicato postal y legisladores demócratas hacen sonar la alarma sobre los retrasos en las entregas y otras alteraciones en el sistema de correos, el Servicio Postal de Estados Unidos sostuvo el viernes que pondría fin al retiro de buzones de correo en el período previo a las elecciones, aunque este fin de semana surgieron informes que afirman que se retiraron buzones en los estados de Nueva York y Nueva Jersey.