
El presidente de EE.UU., Barack Obama, describió el creciente flujo de niños inmigrantes sin acompañante, como una «situación humanitaria urgente».
Según las últimas proyecciones, este año entrarán ilegalmente a EE.UU. unos 60.000 menores, la mayoría de ellos proveniente de Honduras, Guatemala y El Salvador.
La Casa Blanca solicitó al Congreso una ayuda adicional de US$1.400 millones para hacer frente a la situación.
Muchos de estos chicos van a EE.UU. huyendo del abuso en el hogar y de las pandillas violentas, mientras otros son víctimas de la pobreza en sus respectivos países. Y llegan a EE.UU. con la esperanza de reunirse con sus padres o familiares.
Se calcula que este año entrarán a EE.UU. de forma ilegal unos 60.000 niños, la mayoría proveniente Honduras, Guatemala y El Salvador.
Fuente: BBC Mundo