El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este miércoles que a partir de enero impulsará mayores restricciones sobre las armas de fuego y nombró al vicepresidente Joe Biden para que se encargue de esos esfuerzos para evitar masacres como la ocurrida en una escuela elemental en Connecticut en el que murieron 20 niños.
“Esto no es simplemente una de tantas comisiones en Washington. Esto no es algo en que los individuos van a estar analizando el asunto durante seis meses para publicar un informe que se lea y entonces se deje a un lado. Este es un equipo que tiene una tarea sumamente específica: llevar a cabo verdaderas reformas, ahora mismo”, afirmó.
Indicó que Biden redactó el Proyecto de Ley de 1994 sobre la Delincuencia que ayudó a las organizaciones de cumplimiento del orden a reducir la tasa de delincuencia violenta en este país. Ese proyecto de ley también incluyó la prohibición de las armas de asalto que tuvo apoyo público en su momento por parte de antiguos presidentes, incluyendo al republicano Ronald Reagan.
Obama dijo que ya existe un consenso creciente en esos esfuerzos porque a mayoría de los estadounidenses apoya la prohibición de la venta de armas de asalto de estilo militar y de cargadores de municiones de alta capacidad.
“La mayoría de los estadounidenses apoya leyes que requieren la verificación de antecedentes antes de todas las compras de armas, de manera que los delincuentes no puedan aprovecharse de los vacíos legales existentes para comprarle un arma a alguien que no asuma en ningún momento la responsabilidad de efectuar la verificación de antecedentes”, enfatizó.
“Exhorto al nuevo Congreso a que someta a votación oportunamente estas medidas en el próximo año” y que tras un retraso de seis años confirme a un director de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), que es la agencia encargada de asegurar que las armas ilegales no caigan en las manos de los delincuentes,
Obama afirmó sin embargo que como la mayoría de los estadounidenses, cree que la Segunda Enmienda garantiza un derecho individual a portar armas, pero que usará todos los recursos disponibles para evitar más tragedias.
Después de la masacre del viernes en Connecticut, una oficial de policía fue abatido a tiros en Memphis, dejando a cuatro hijos sin madre. Dos policías fueron asesinados frente a una tienda de víveres en Topeka. Una mujer fue asesinada a tiros dentro de un casino en Las Vegas. Tres personas fueron víctimas de disparos dentro de un hospital en Alabama.
Además, Un niño de cuatro años fue víctima de una balacera desde un auto en Missouri, y se le desconectó del auxilio médico vital. “Cada uno de estos estadounidenses fue víctima de la violencia diaria de las armas que cobra las vidas de más de 10 mil estadounidenses todos los años; una violencia que no podemos aceptar como rutinaria”, anotó.
Por otro lado, el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) envió sus “muy sentidas condolencias al pueblo y al gobierno de Estados Unidos” por los asesinatos en Connecticut, y en particular a los familiares de las víctimas mortales.