La Asamblea General de las Naciones Unidas votó para condenar el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba por 21 año consecutivo. La votación final fue de 188 votos a favor y tres en contra. Los únicos países que se opusieron, junto a Estados Unidos, fueron Israel y Palau (una la isla del Pacífico). El representante estadounidense, Ronald Godard, exhortó a los delegados de la Asamblea General a rechazar la medida.
Godard declaró: “Esta resolución solamente sirve para distraer la atención de los verdaderos problemas que afronta el pueblo cubano y, por consiguiente, mi delegación se opondrá. Alentamos a este órgano a apoyar el deseo del pueblo cubano de determinar su propio futuro libremente. Al hacerlo defenderán los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y los fines para los que fue creada la Organización de las Naciones Unidas”.
El ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, exhortó al Presidente Obama a romper con décadas de aislamiento de Cuba por parte de Estados Unidos.
Rodríguez dijo: “El presidente Obama tiene la oportunidad de iniciar una nueva política hacia Cuba, distinta a la de sus diez predecesores, durante más de medio siglo. Seguramente, será difícil y enfrentará recios obstáculos, pero el Presidente conserva las facultades constitucionales que le permitirían escuchar a la opinión pública y generar la dinámica necesaria, mediante decisiones ejecutivas, aun sin pasar por el Congreso”.
Al dirigirse a la asamblea en representación de los países de América Latina y el Caribe, el enviado chileno Octavio Guilisasti expresó que la arrolladora postura de la ONU al embargo refleja el consenso de prácticamente el mundo entero.
Guilisasti afirmó: “Hacemos énfasis en la inconsistencia que existe entre la aplicación de medidas unilaterales que no encuentran sustento en el derecho internacional y el espíritu, los principios y el propósito de la naturaleza de las Naciones Unidas. Exhortamos a los Estados Unidos de América a realizar los ajustes necesarios a su accionar internacional a este respecto y a alinear su política internacional con la naturaleza de Naciones Unidas, las resoluciones de Naciones Unidas y el punto de vista de los países de América Latina y el Caribe y en general, de todas partes del mundo