Las autoridades sanitarias de las Américas aprobaron, este 20 de septiembre, una estrategia para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles, que tiene por meta reducir en un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas para 2025.
Se estima que de alcanzar esta meta, fijada por la Asamblea Mundial de la Salud este año, se salvará la vida de unos tres millones de personas en las Américas.
La resolución, adoptada durante la 28ª Conferencia Sanitaria Panamericana, llega exactamente un año después de la Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre Enfermedades No Transmisibles, donde los Jefes de Estado de todo el mundo se comprometieron a combatir estas enfermedades, a las que calificador de ser “uno de los mayores desafíos para el desarrollo del siglo XXI”.
Cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, son parte del grupo de enfermedades no transmisibles, que están relacionadas con un conjunto de factores de riesgo comunes: el tabaquismo, alimentación no saludable, inactividad física y el consumo nocivo de alcohol, entre otras.
En las Américas, tres de cada cuatro personas padecen una de estas enfermedades. Unas 4,45 millones de personas mueren al año por causa de alguna de ellas, lo cual representa casi el 75% del total de defunciones en la región. De esta cifra, 1,5 millones de personas mueren antes de los 70 años. Estas enfermedades son, además, la causa de la mayor parte de los costos evitables de la atención sanitaria.
Los objetivos de la nueva estrategia se centran en que los países generen alianzas multisectoriales para la prevención y control de estas enfermedades; reduzcan la prevalencia de los factores de riesgo; mejoren la cobertura en los sistemas de salud y la atención de estas enfermedades; y también instauren mecanismos de vigilancia e investigación de estas enfermedades.