Una bienvenida con dignidad y restaurar el asilo, se lee entre otras peticiones. Foto: Ramón Jiménez.
Por Ramón Jiménez
Dos manifestaciones dirigidas por una veintena de organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos tuvieron lugar este lunes en puntos claves de la capital estadounidense.
La primera fue organizada por CASA en Acción de Langley Park, Maryland, cuyos participantes marcharon por algunas calles céntricas de Washington, D.C., para luego protestar frente a la Casa Blanca, donde a gritos pedían en inglés “Restaurar el asilo ahora”, “Estamos aquí y alzamos nuestras voces al presidente Biden, para que dé la bienvenida a toda la gente”.

“Señor presidente tiene que cumplir su palabra. Usted dijo que iba anular el Título 42”, señaló uno de los oradores invitados, quien llegó desde Brooklyn, Nueva York.
La otra manifestación organizada por The Quixote Center, de College Park, Maryland y otras organizaciones del área metropolitana de Washington, tuvo lugar frente a las oficinas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), una agencia federal que funciona en el 395 de la calle “E”, al suroeste de esta capital.
“Estamos aquí ahora, en el segundo aniversario de la orden pública conocida como Título 42. Nos presentamos en la oficina de Washington, D.C. de los CDC para pedirles que renuncien y pongan punto final a esta orden, que niega a las familias, niños, y adultos que llegan al sur de la frontera, el derecho de buscar asilo en Estados Unidos”, pidió Kim Lamberty, organizadora de Quixote Center.

Recordó Lamberty que desde que el presidente Biden asumió el cargo, han habido al menos 9,866 reportes de ataques violentos —incluyendo violaciones, secuestros y asaltos— en contra de las personas detenidas por pedir protección en la frontera de México-Estados Unidos y/o expulsados a México bajo el Título 42, y rastreados por derechos humanos primero.
Lamentó, Lamberty que unos 20,600 haitianos —incluyendo mujeres embarazadas, niños y tiernos de brazos— han ido enviados de regreso a Haití.
Y es que precisamente son los CDC los que manejan el Título 42, un estatuto de salud pública y bienestar promulgado en 1944 al cirujano general de Estados Unidos, que luego fue transferida a los CDC, que en la actualidad determinan si una enfermedad contagiosa en un país extranjero representa un grave peligro de propagación en Estados Unidos.

Ese pretexto se ha estado usando para negar asilo y deportar a millones de solicitantes desde que ese estatuto fue “desempolvado” en el gobierno del presidente Trump, cuando empezó la propagación del Covid-19 , pero que lo sigue aplicando la Administración Biden.
A pesar de que ya existía el Título 42, antes de la administración Trump, los migrantes que llegaban a Estados Unidos y buscaron asilo o cualquier otra protección humanitaria eran detenidos o puestos en libertad en el país, a la espera de una decisión final de la corte de inmigración, lo que podía llevar años de espera.
Sin embargo, bajo el Título 42, los migrantes ni siquiera reciben una orden formal de deportación. En su lugar los agentes toman la información biométrica de los migrantes y realizan un chequeo de salud superficial para detectar los síntomas de Covid-19, un proceso que puede tardar menos de dos horas, antes de regresarlos a México o de cualquier otro país; aunque los de otros países son llevados vía aérea.

Aunque en un principio los CDC se opusieron al Título 42 —en tiempo de Trump— fueron presionados por funcionarios de alto rango, para que usaran los poderes de emergencia de esa agencia para cerrar la frontera estadounidense.
Expertos legales aseguran que el Título 42 es una de las políticas de inmigración más controvertidas y restrictivas jamás promulgadas, por lo que las organizaciones comunitarias y defensores de los derechos humanos piden su final.
“No hay justificación de salud pública para el Título 42. Llamamos a la administración Biden rescindir la orden y restaurar un ordenado, bienvenido y justo sistema de asilo”, remarcó Lamberty.