Pasar de la preocupación a la acción sugieren salvadoreños de Washington a enviado de la Casa Blanca, con relación a su país

Ricardo Zúñiga durante su presentación. A su lado el empresario Luis Reyes. Foto: Ramón Jiménez. 

Por Ramón Jiménez

Representantes de la sociedad civil salvadoreña de la región metropolitana de Washington entre dirigentes empresariales y de organizaciones comunitarias así como líderes en diferentes áreas participaron este miércoles en un conversatorio con el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU., Ricardo Zúñiga.

La mayoría de participantes mostraron su preocupación por la forma dictatorial que el presidente Nayib Bukele está manejando el gobierno de su país, y pidieron “acciones más fuertes” por parte de la Administración Biden, encaminadas a recuperar todo lo que se ha perdido a partir del 1 de mayo de este año, cuando tomó posesión la Asamblea Legislativa —de mayoría oficialista— y demostrar que no toda la diáspora salvadoreña está de acuerdo que maneje a su antojo todo el aparato del Estado.

“Creo que todos compartimos la misma preocupación y anhelos, ya que la patria empezó a morir desde el pasado febrero [fecha que tuvieron lugar las elecciones de diputados y alcaldes] y murió el 1 de mayo [cuando tomó posesión la nueva Asamblea Legislativa de mayoría oficialista]. También es preocupante si sigue el mismo libreto que han tenido en otros países a través del populismo”, señaló el empresario Luis Reyes, propietario del restaurante donde tuvo lugar la reunión, que es el mismo sitio donde junto con Nayib Bukele participó en la formación del partido Nuevas Ideas, ahora en el poder.

El abogado Daniel Joya hizo entrega a Zúñiga de un pliego de peticiones. Foto: Ramón Jiménez.

“Nos indigna que nos quieran enfrentar entre salvadoreños y en contra de Estados Unidos; la dictadura en El Salvador se está consolidando cada día así como cada día salen del país 300 salvadoreños; no debemos permitir que eso se se siga consolidando”, apuntó.

Al responder Zúñiga a las recomendaciones de los participantes en el conversatorio, explicó que los cambios que quieren los salvadoreños se obtienen a través de la democracia, pero que la democracia es una cultura y que esta debe ser fortalecida siempre.

“Nos preocupa que algunos utilicen los elementos del Estado para fortalecerse; si la democracia ha fallado en las Américas es cuando el poder del Estado queda en pocas manos, pero nosotros no somos actores políticos; en El Salvador lo que nos interesa es ser amigos, siempre estamos dispuestos al diálogo, pero también siempre estamos dispuestos a decir lo que queremos y denunciar lo que ellos quieren hacer”, respondió Zúñiga a las peticiones de “acciones más fuertes”, que debe aplicar el gobierno estadounidense.

El abogado Daniel Joya hizo entrega a Zúñiga de un pliego de peticiones que entre otras cosas pide que el gobierno de Estados Unidos “no de cheques en blanco” al gobierno de Bukele, en relación con la ayuda militar y económica que ese país recibe por parte de Estados Unidos.

“En El Salvador ya se rompió el orden constitucional que está consolidando a la dictadura”, remarcó Joya.

Zúñiga dio a conocer que el gobierno del presidente Biden ya está trabajando para nombrar a un embajador o embajadora permanente en San Salvador y espera que al tener la persona nominada esta sea aprobada por el Congreso estadounidense.

Por su parte el abogado Luis Parada sugirió a Zúñiga que “es momento de pasar de la preocupación a la acción” y que el gobierno estadounidense demuestre una “reacción más contundente”, en relación al golpe de estado contra la destitución de la Sala de lo Constitucional y del fiscal general.

“Me preocupan las señales de debilidad del gobierno de Estados Unidos, el presidente Biden tiene que ser más fuerte”, sugirió Parada a Zúñiga,

“Podemos tomar medidas contundentes pero eso no van solucionar los problemas de la población; la democracia es lo que lo que da resultado y no el autoritarismo; por eso Estados Unidos no quiere afectar a la población, llevarla a una forma peor de la que están en este momento”, señaló Zúñiga.

Grupo parcial de los asistentes al conversatorio. Foto: Ramón Jiménez.

En las participaciones el empresario Jorge Granados, la exdelegada estatal de Maryland, Ana Sol Gutiérrez así como la doctora Jeannette Noltenius pidieron algún tipo de apoyo al hermanamiento que existe entre el condado de Montgomery, Maryland y el Departamento de Morazán, que entre otras cosas están trabajando en el campo de la educación, en particular la apertura de un nuevo campus de la Universidad de El Salvador en ese departamento.

“Estados Unidos tiene más llaves a su disposición, como quitar la ayuda militar y ayudar a que la gente de Morazán no emigre. Tienen que apretar suficientemente las llaves para que haya un impacto”, dijo Noltenius.

Zúñiga se mostró receptivo a la idea y mencionó que es a través de la agencia USAid y otros programas que se puede canalizar ese tipo de ayuda, para que fortalezca la educación.

“Es muy importante seguir en contacto; hay que ir más allá del control mediático que hay en El Salvador; tenemos que buscar qué se puede hacer aquí para mejorar esta comunicación”, apuntó Zúñiga, quien es a la vez enviado especial del Departamento de Estado para el Triángulo Norte, que integran Guatemala, El Salvador y Honduras.

 

 

 

 

 

 

 

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