Por Alicia Susana Gómez
…dos caminos tentaban:
Uno, apenas inclinado hacia adelante
bordeado de flores…
mariposas de luz girando al infinito.
Otro, en dirección contraria
Con piedras grises, negras y granates
desparejo, desierto de destino
ofrecido entre nubes de aguaceros.
Aquel, el sol del horizonte
formando un arcoíris
en un blanco final.
Un lago de aguas dulces
a la sombra de tilos perfumados
en un bosque frutal de aromas cálidos
reaseguro de la travesía.
Éste. Sin haz de claridad en punto ciego
tallos de espinas en rosales yertos
altos muros que ocultan si hay detrás
y un esbozo al final, indefinido.
No hay qué pensar, me dije:
Si voy a transitar prefiero
la sorpresa,
lo logrado y su costo,
ver florecer un brote repentino,
hurgar lo oscuro hasta alcanzar blancura,
fundirme entre cenizas,
crear el fuego,
hacer, a ver un transcurrir sin desafío,
jugarme en causas nobles
y arrojarme sin red.
Al final de la vida siempre hay duelo
que puede revertirse trascendiendo:
El obstáculo puede ser atascadero
o atasque la belleza de no hacer.
Alicia Susana Gómez escribe desde Buenos Aires, Argentina
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL