El excanciller Álvaro Leya buscó apoyo de EEUU para tumbar al presidente de Colombia. Foto: Cancillería de Colombia.
Por Claudio Álvarez-Dunn *
Desde que asumió la presidencia de Colombia, Gustavo Petro ha estado en un constante acoso para impedir que el término de su mandato llegara a su fin en 2026. La estrategia de la derecha colombiana, que gobernó por más 60 años y dejó sus ollas en funcionamiento, se basa en crear impedimentos, reales e imaginarios, contra la máxima figura del progresismo.
El último capítulo de esta novela lo escribió el excanciller Álvaro Leyva, que según reportes de prensa buscó en Estados Unidos la complicidad de Donald Trump para tumbar a Petro
El exministro colombiano de Exteriores, estuvo recabando apoyos para hacer caer al presidente de Colombia y colocar en su lugar a la vicepresidenta Francia Márquez, según audios y testimonios cercanos a la Casa Blanca que reprodujo el diario El País de España.
Se pone en evidencia que Leyva intentó acercar su complot a Marco Rubio, secretario de Estado, con la intención de que le ayudara a ejercer “una presión internacional” que culminara con la salida del poder del actual presidente de Colombia.
Una de las personas que se reunió en abril con Leyva reveló que el exfuncionario aseguró “que tenía todas las herramientas para ejecutar un plan y sacar al presidente colombiano”. Proponía que su lugar lo ocuparía la vicepresidenta “pues contaba con evidencias de que Petro no podía seguir ejerciendo el cargo y que en caso de que esto saliese adelante, el presidente no tendría capacidad de respuesta. La ayuda de los americanos era muy importante para dar ese paso”, cuenta la fuente.
Leyva, de 82 años, es un político conservador y fue una de las personas de máxima confianza de Petro al inicio del presente gobierno. En estos encuentros en Estados Unidos narró que el presidente era un hombre errático con serios problemas de drogadicción y que guardaba pruebas que lo inhabilitaría para ejercer la Presidencia, según revela el diario español.

Se agrega que el excanciller y su hijo, Jorge Leyva, (fallido aspirante a Canciller según algunas fuentes) se reunieron con políticos del Partido Republicano de Estados Unidos y a través del congresista Mario Díaz-Balart, representante por Florida, intentaron llevar su mensaje golpista al secretario de Estado Marco Rubio. Sin embargo, la Casa Blanca nunca tuvo en consideración la propuesta.
Paralelamente, Leyva había publicado varias cartas en redes sociales en las que aseguraba que Petro era un adicto a drogas como la cocaína. En esas venenosas misivas el excanciller contaba episodios en los que el presidente supuestamente se ausentaba de forma inexplicable o se comportaba de manera extraña durante sus viajes al extranjero. Acusaba también de forma velada a Laura Sarabia, actual ministra de Relaciones Exteriores y mano derecha del presidente, de suministrarle las dosis y ocultar sus vicios. Tanto Petro como Sarabia han negado estas acusaciones y aseguran que se trata de una difamación.
En otro audio, Leyva insiste en que Petro debe abandonar el cargo y que debe hacerse a través de un acuerdo nacional al cual convocaría a la derechista Vicky Dávila, exdirectora de la revista Semana que dejó el periodismo para aspirar a la presidencia en las elecciones de 2026. Pero lo más notable de esa grabación es que de repente alguien menciona la posibilidad de sumar al plan a Miguel Uribe, precandidato del Centro Democrático (el partido de Álvaro Uribe), que hoy se encuentra en estado grave después de que un sicario le dispara a quemarropa el mes pasado.
Lo que pocos se preguntan hoy en Colombia es quién sabía de este complot y cómo uno de los mencionados yace hoy postrado al borde la muerte.
Un reciente análisis publicado en redes sociales hace varias preguntas incómodas: “¿Quién le paso esta información de la conspiración contra Petro a las disidencias de las FARC o a los traquetos que le dispararon a Uribe Turbay? ¿Fue alguien pro-gobierno o del mismo gobierno, o alguien buscando implicar al gobierno? … Esos audios apuntarían a que el atentado contra Uribe Turbay pudiera ser obra del gobierno. Que haya sido el gobierno o no, es otra cosa, pero los audios podrían ser una operación de inteligencia para incriminar a Petro”.
Al respecto, el vicecanciller Mauricio Jaramillo Jassir indicó que “hay que esperar que aparezcan hallazgos y se tomen decisiones. Ojalá seamos muy cautos a la hora de defender la democracia y seguir denunciando todos los atentados contra el pluralismo y el Estado de Derecho”.
En esa línea, Jaramillo destacó en una entrevista radial que hoy en día “hay sectores que no han aceptado que en Colombia gobierne la izquierda, hay sectores que han intentado boicotear, que no le han jugado limpio a la democracia y el mismo presidente ha hablado de la estrategia del golpe blando, y se ahora se podría estar hablando de una guerra jurídica” (para intentar juzgar al presidente).
Añadió que “esto es un libreto ya conocido en América Latina con otros presidentes progresistas que han sido expulsados del poder a las patadas, eso desafortunadamente se ha intentado con Gustavo Petro y creo que lo que revela El País es una confirmación más de que hay sectores del establecimiento colombiano que no estaban dispuestos a aceptar el resultado de las urnas”. Agregó que “no se trata de defender a Petro, defender a un programa o a un gobierno, se trata de defender la democracia, la institucionalidad que ha sido sometida a un montón de amenazas, en especial desde el 7 de agosto de 2022”, día que asumió Petro al poder.
En otras reacciones del mundo político colombiano a la intención de Álvaro Leyva de “tumbar” a Petro, el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, salió en defensa del presidente al afirmar que: “el golpe de Estado que está fraguando Álvaro Leyva es una afrenta a la democracia” y se pregunta ¿quién es el gran titiritero detrás de la marioneta? Por su parte, el precandidato presidencial y exdirector de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, manifestó su apoyo “incondicional” al presidente Petro. Bolívar calificó el intento de organizar un golpe de Estado como un hecho “ruin, desleal y delictivo” e invitó a todos los partidos políticos a “rechazar esta intentona porque no es contra una persona, es contra la institución presidencial”.
Asimismo, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, dijo que es grave que el exfuncionario (Leyva) aparezca en esos audios y comentó que estos hechos representan “delitos contra la democracia y constituyen una traición a la patria”. De acuerdo con Sanguino, en estos episodios ha quedado desnudada “la poca condición humana” de Leyva y de la oposición política.
A su vez, la ministra de Trasporte, María Fernanda Rojas, indicó que los actos de Álvaro Leyva no solo atentaron contra el presidente Gustavo Petro, sino también contra la institucionalidad. “A veces no entiendo de dónde saca tantas fuerzas el presidente Petro para resistir tanto. Este episodio tan grave revela una vez más su entereza frente a la adversidad y la injusticia de los ataques que ha recibido.”
Por otra parte, la ministra de Vivienda, Helga María Rivas, rechazó el comportamiento de Leyva y comentó que este intento de golpe de Estado contra Petro es también en contra toda Colombia.
Alfredo Saade, jefe de Gabinete, calificó a Álvaro Leyva como un «traidor de la patria y como tal debe ser juzgado y también todo aquel que con él haya hablado de darle un golpe al presidente Petro».
Por su parte, el presidente Gustavo Petro ha asegurado que la vicepresidenta, Francia Márquez, debe dar explicaciones públicas y ante la justicia después de que apareciera mencionada en los audios revelados por El País.
Márquez se pronunció después de la polémica y declaró: “No permitiré que mi nombre sea utilizado para alimentar intereses particulares”. En un comunicado de prensa se desmarcó de cualquier maniobra para asumir la presidencia y rechazó el uso de su nombre en controversias políticas.
Petro agregó que “todas las personas que Leyva nombra, de las cuales yo no sé si lo que cuenta es verdad o no, deben dar explicaciones ante la justicia”, ha dicho el presidente desde Sevilla, donde asiste a la IV Conferencia Internacional de la ONU sobre Financiación al Desarrollo.
Incluso fue más lejos al asegurar que estos audios demuestran que: “Esto no es más que una conspiración (de Leyva) con el narcotráfico y con la extrema derecha colombiana y norteamericana para derrocar el presidente del cambio en Colombia”.
Evidentemente, los conspiradores de la derecha no descansan en Colombia y hacen horas extras desde el 7 de agosto de 2022.
*El autor es un periodista independiente residente el Colombia