En el estado de Washington, la policía disparó y provocó la muerte a una mujer embarazada, madre de tres hijos, dentro de su propio hogar, ubicado en la reserva indígena de Muckleshoot, el viernes por la noche. Renee Davis, de 23 años de edad, murió a causa de los disparos que le efectuaron dos agentes del sheriff del condado de King.
En un comunicado, el Departamento del Sheriff informó que Davis portaba un arma de mano. La hermanastra de la mujer afirma que la policía llevaba a cabo una “inspección” tras haber recibido un aviso de que existía el riesgo de que Davis se suicidara.
Una investigación reciente de la revista In These Times concluye que los pobladores originarios tienen más probabilidades de morir a manos de la policía que ningún otro grupo étnico en Estados Unidos.
