Recuperar lo que jodió el PRD

Por Teresa Gurza

Originario de Tampico, Marcos Leonel Posadas Segura es electricista petrolero de profesión, y ha sido amante de la música y comunista congruente durante toda su vida.

Ha dedicado muchos de sus 76 años, a la prensa partidista; entre 1973 y 1978 fue director del periódico Oposición, del Partido Comunista Mexicano al que ingresó en 1956 y fue miembro del Secretariado del Comité Central.

Fue secretario general de la Juventud Comunista del 64 al 70; y sigue dando la batalla a favor del socialismo, en Tribuna Comunista, órgano del Movimiento Comunista Mexicano.

Por esa trayectoria política le rindió homenaje la delegación de Tlalpan, a cargo de Maricela Contreras, donde ha vivido décadas con su esposa Anita y su hija Cecilia, a quien con mucha visión metió desde chiquita al Colegio Japonés y está ahora trabajando en España,

En auditorio repleto, con asistentes entre los que estaban decenas de viejos camaradas como Enrique Rojas Bernal, José Oviedo, Marcelino Perelló, Elba Pérez con su hija Citlalli y feliz porque su tesis Recordar el Olvido es parte del libro Sujetos, Organizaciones y Movimientos del Campo Mexicano recién editado por la Universidad Autónoma Chapingo, y Enrique Semo que esta semana recibió el Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.

Todos emocionados al cantar La Internacional y escuchar el Himno del PC; y por supuesto, indignados por los muchachos asesinados y desaparecidos en Ayotzinapa.

Vimos primero un documental donde compañeros recordaron la historia de Posadas y los tiempos en los que ser comunista, significaba vivir muy pobremente y ser espiado, reprimido y encarcelado por el gobierno.

Fueron evocaciones de muchas luchas y muchas represiones, pero también de éxitos; y decepciones, porque  buscando crecer y ampliar la influencia socialista, el PCM dio su registro político a varias organizaciones que se diluyeron en el desastre que es ahora el PRD; quien por cierto además de los bienes, usufructúa su votación; porque desde los 70s, el DF sufragaba mayoritariamente por la izquierda.

“Queríamos construir un partido mejor, más apto y más amplio, pero nos falló…” dijo Humberto Musacchio, uno de los tres participantes en la mesa redonda que coordinó Daniel Carlos García.

Musacchio  definió a Posadas como una persona “cálida e incluso pasional pero de cabeza fría, que mantiene firme su pensamiento marxista”; y que como dirigente de los jóvenes comunistas buscó encauzar su inquietud y evitar la escisión; y cuando algunos de sus miembros optaron por la guerrilla, “gracias a él no se perdieron más vidas porque nos inculcó estar dispuestos al sacrificio pero no buscarlo…”

Agregó que una de las muchas lecciones que de Posadas recibió, fue su respuesta cuando en algún asunto le preguntó si su opinión era desinteresada; “nunca tengo opiniones desinteresadas”, le contestó.

Y concluyó advirtiendo que en las buenas y en las malas, “y vaya que en la izquierda hubo muchas malas”, Marcos Leonel ha sido siempre un ejemplo.

Arturo Martínez Nateras dijo después, que igual que muchos de los presentes Posadas votó por la disolución del PCM; pero que como “es necio como la chingada y México necesita de los comunistas”, está dedicado a recuperar algo de lo que los del PRD jodieron.

Añadió que hay muchos interesados en reducir la colaboración de los comunistas en el Movimiento del 68; «ante lo que debemos dar la cara… porque éramos provincianos incultos y estábamos siempre en discusión con los universitarios, pero hacíamos toda la talacha”.

Y reconoció en Posadas su capacidad para aglutinar diversas posiciones políticas; y en su compañera Anita, el apoyo que siempre le dio.

Conmovido, Posadas agradeció elogios y homenaje; habló de su vida y las lecturas que como el Juan Cristóbal de Romain Rolland, lo marcaron; y de la importancia de acercarse al marxismo.

Y entre muchas cosas dijo, que el régimen político construido por el PRI y compartido por el PAN y los Chuchos “está podrido y debe ser cambiado a fondo, y lo más pronto posible”.

Que la desigualdad social es lacra purulenta; el desempleo, masivo; la ruina en el mundo rural provoca éxodo y emigración; los jóvenes son despojados de su presente y su futuro; y las reformas aprobadas, no pueden ocultar la profunda crisis política.

Y recalcó que las cosas pueden y deben cambiar; como se está viendo en la gran ola, que por el respeto a la vida y contra la violencia, impunidad y corrupción, está levantándose en el país.

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