La Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG/GPDN) y organizaciones aliadas han expresado su beneplácito por la decisión del Senado de los Estados Unidos de iniciar este año la discusión seria de una reforma a las leyes de inmigración y que dio como resultado la aprobación, el 27 de junio del 2013, del PROYECTO DE LEY Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización del Acta de las Leyes de Inmigración del 2013 S. 744. Aunque aún falta que la Casa de Representantes emita su propuesta correspondiente, hay aspectos de la S. 744 que nos preocupan.
RECHAZAMOS TAJANTEMENTE LAS INICIATIVAS EN LA CASA DE REPRESENTANTES QUE PROPONEN «DEJAR EN LIBERTAD CONDICIONAL A LOS INMIGRANTES INDOCUMENTADOS».
La RPDG/GPDN lamenta que una de las enmiendas del S. 744 se enfoque primordialmente en “reforzar” la seguridad en los 3.000 kilómetros de frontera que Estados Unidos comparte con México, una de las zonas más patrulladas del mundo. Esta iniciativa contempla la construcción de un muro de acero de 1.200 kilómetros, 42.000 hombres bien armados, aviones no tripulados y fondos adicionales para programas que criminalizan la migración. No hay muralla buena en la historia y la presencia de ejércitos solamente es justificable ante amenazas bélicas.
La RPDG/GPDN considera que el fenómeno migratorio es complejo y no se puede resolver con medidas extremas o de corto plazo. Cuando el Gobierno de los Estados Unidos y sus legisladores debaten este tema deben reconocer que la única forma de detener la migración en cualquier parte del mundo es con el desarrollo social y económico en el país de origen. Las políticas y prácticas de los Estados Unidos que socaven los procesos democráticos y saqueen los recursos naturales de los países del Sur incentivarán los procesos migratorios, aunque estos enfrenten la muerte, la cárcel y la xenofobia.
LA CRIMINALIZACIÓN Y LA MILITARIZACIÓN NO PARARÁN EL FENOMENO DE LA MIGRACION GLOBAL.
Contrariamente, creemos que hay necesidad de más visas, más oportunidades de trabajo y cooperación en vez de muros.
Así, es necesario que el gobierno de los Estados Unidos reconozca el impacto de sus políticas externas; el cese total de sus intervenciones negativas en los asuntos internos de otros países y la multiplicación de más programas de desarrollo para las economías emergentes de los países latinoamericanos son aspectos fundamentales y necesarios para una solución integral del fenómeno migratorio. De lo contrario, volveremos al círculo vicioso de solamente regularizar a la población indocumentada acumulada en las últimas décadas y seguir acumulando nuevamente, en 15 o 20 años, millones de personas marginadas: un nuevo grupo de migrantes que necesitará también la regularización migratoria.
Exigimos que los partidos políticos hegemónicos y sus legisladores asuman su compromiso histórico. Compromiso real con esta y futuras generaciones y no solamente medidas de apariencia. No deben buscar solamente satisfacer sus intereses electorales y económicos y menos aparentar una cara amable al tema migratorio afirmando que les interesa el bienestar de la población migrante y más específicamente el de la comunidad latina, sin entrar al fondo del problema. No queremos un partido que se aferra a sus bases que no quieren reconocer los cambios demográficos de los últimos 20 años; tampoco un partido que simplemente quiere mantener contento al electorado latino, sin tener un compromiso verdadero y voluntad política para enarbolar las demandas y pelear por los temas que más afectan a esta comunidad.
Mientras se debate si se aprueba o no la reforma migratoria, mas familias guatemaltecas son divididas y separadas permanentemente por las deportaciones; de acuerdo con la Dirección General de Migración de Guatemala estas son las estadísticas de los guatemaltecos deportados en lo que va del año: *Hombres adultos, 24,001, *Mujeres adultas 1,582, *Hombres menores197, *Mujeres menores 23; TOTAL: 25 mil 803 deportados, Datos al 3 de Julio 2013.
Ante esta situación, la RPDG/GPDN también hace un llamado al Gobierno de Guatemala, para que no siga jugando con el tema de la reforma migratoria y que si en verdad quiere contribuir a que las y los guatemaltecos tengan bienestar, debe empezar por respetar los derechos humanos, detener la militarización en Guatemala, no criminalizar el derecho a la libre expresión y la defensa del territorio y sus recursos, detener la explotación de los recursos naturales sin beneficio para las comunidades, acabar con la corrupción en los servicios públicos, mejorar los servicios para la comunidad migrante guatemalteca en cada oficina consular, agilizar el proceso de extensión de documentos de identificación como el pasaporte y el documento personal de identificación (DPI) y, finalmente, generar fuentes de empleo para evitar que mas guatemaltecos y guatemaltecas migren hacia los Estados Unidos en busca del sueño guatemalteco: “TRABAJAR PARA PODER SOSTENER A LA FAMILIA Y VIVIR MEJOR”
La RPDG/GDPN invita a la comunidad guatemalteca en los Estados Unidos a que se sume con determinación a todos los esfuerzos que se realicen por lograr la reforma migratoria humana, es ahora de actuar o pasarán varias décadas más de discriminación y marginación. Además es importante que se mantengan atentos y alertas ante ofrecimientos de ayuda con sus procesos migratorios y a QUE NO SE DEJEN MANIPULAR ni por entidades gubernamentales, privadas, o de otra índole con respecto a lo que pueda ser una posible reforma migratoria.
QUEREMOS ENFATIZAR QUE TODAVIA FALTA QUE LA CAMARA DE REPRESENTANTES APRUEBE LA REFORMA MIGRATORIA.
Primero tienen que presentar un proyecto de ley y después debatirlo públicamente, antes de llevarlo a votación. En tanto estos pasos se den, las puertas de la tan esperada reforma migratoria siguen cerradas.
La RPDG/GPDN, junto a otras organizaciones guatemaltecas dio la lucha por el TPS, sin que se lograra por la falta de voluntad de las administraciones de los presidentes Bush y Obama y la falta de una postura digna de las administraciones Berger, Colom y Pérez. Éste es de los pocos instrumentos verdaderamente humanitarios que se encuentran en la ley de inmigración actual y que deben mantenerse, pero también debe regularse. El TPS no puede seguir siendo pieza de trueque político, que se concede solamente a cambio de la incondicionalidad del país necesitado.
RED POR LA PAZ Y EL DESARROLLO DE GUATEMALA
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