Refutaciones

Por Isaac Cohen*

En varios frentes han comenzado las reacciones en contra de las últimas medidas de política comercial adoptadas por la Casa Blanca.

Durante el pasado fin de semana, el Secretario de Comercio Wilbur Ross estuvo en Beijing, conduciendo una misión para aumentar las importaciones de China de productos estadounidenses, tales como soya, carne de res y de pollo, gas natural y petróleo crudo. Desafortunadamente, justo antes de que partiera la misión, la Casa Blanca anunció la imposición de aranceles a $50,000 millones de importaciones procedentes de China, después del 15 de junio, de no haber progreso en las negociaciones. En consecuencia, al final de la visita del Secretario Ross, la agencia oficial de noticias Xinhua dijo “si Estados Unidos introduce medidas comerciales, incluyendo un aumento de aranceles, todos los resultados negociados por ambas partes no tendrán efecto.”

Algo similar ocurrió, también durante el fin de semana pasado, durante una reunión de Ministros de Finanzas del Grupo de las Siete economías industrializadas, organizado por el Gobierno de Canadá en Whistler, Columbia Británica. Al concluir la reunión, las seis delegaciones de Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, emitieron una declaración conjunta expresando “unánime preocupación y decepción” con la decisión de Estados Unidos de imponerle aranceles, por razones de seguridad, a las importaciones de acero y aluminio de Canadá México y la Unión Europea. Es extraordinario que un miembro del G7 sea públicamente criticado por sus colegas, especialmente porque los Ministros de Finanzas estaban preparando la próxima cumbre de jefes de estado del G7, a celebrarse este próximo fin de semana en Quebec, Canadá.

*Analista y consultor internacional, ex-Director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.

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