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Por el Equipo Progresista de Maryland
Puede que el otoño ya esté llegando, pero la situación se está calentando en Washington, y no para bien. Ya estamos en el sexto día del cierre del gobierno federal , y los republicanos siguen negándose a hacer su trabajo. En lugar de priorizar a las personas, se obsesionan con «ganar el empate», como lo llamó el presidente Trump este fin de semana, mientras miles de trabajadores se quedan sin sueldo y las familias se preparan para las consecuencias.
En el centro de esta crisis se encuentra el rechazo del Partido Republicano a extender los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), un apoyo del que millones de estadounidenses dependen para mantener la atención médica a su alcance. Los demócratas lo han dejado claro: la reapertura del gobierno y la protección del acceso a una cobertura asequible deben ir de la mano.

Pero en lugar de negociar, los líderes republicanos se burlan de la situación. El senador Kennedy incluso se mofó al afirmar que los demócratas obtendrían su financiación sanitaria «cuando los burros vuelen». Comentarios como ese demuestran lo desconectados que están, ignorando las consecuencias reales para los estadounidenses comunes, cuyas primas aumentarán sin estos subsidios cruciales.
La administración de Trump califica este cierre como una «victoria», pero aquí en Maryland, las familias trabajadoras ya están sintiendo las pérdidas. Los empleados federales y los contratistas se quedan sin sueldo, los negocios locales están sufriendo y las comunidades se preguntan cuándo llegará la ayuda.
Hacemos un llamado a los demócratas para que se mantengan firmes y sigan luchando por una atención médica asequible y un gobierno que funcione para todos. Cuanto más se nieguen los republicanos a negociar, peor será el impacto de este cierre en nuestras comunidades, nuestras familias y nuestro estado.
