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Redacción ML Noticias
Estoy seguro de que vieron el impactante encuentro que tuvo lugar ayer entre funcionarios federales y mi colega, el senador Alex Padilla. El senador Padilla, quien había sido escoltado a la rueda de prensa por agentes federales, fue maltratado, obligado a salir de una habitación, tirado al suelo y esposado por agentes en un edificio federal ayer. Todo por hacer una pregunta en nombre de los ciudadanos que lo eligieron.
Este no es el Estados Unidos que conocemos y amamos. Hay quienes dicen que no reconocen este Estados Unidos. Y hoy quiero hacer sonar la alarma para todos: hemos cruzado la línea. Ayer fue un día peligroso en la historia de nuestro país.
En los Estados Unidos de Donald Trump, hacer una pregunta y contraatacar provocó que lo maltrataran a la vista de todo el mundo. Maltratado. Tratado como si hubiera salido de la calle. El comportamiento violento que vi es absolutamente inaceptable.
Un hombre pacífico —que no solo es senador, sino padre, esposo, persona, una parte venerable de nuestra sociedad— estuvo allí en representación del pueblo que lo eligió, pero fue tratado con violencia. Tenía las manos en alto, y al parecer eso no fue suficiente.
Si este ataque a un senador estadounidense no les estremece, no tengo palabras. Porque ayer fue el senador Padilla. Mañana podría ser cualquier persona que discrepe de esta Administración, ya sea un funcionario federal elegido por el pueblo de esta gran nación o un educador que exprese su preocupación por el futuro de la educación de nuestros hijos. Esto NO es una democracia. Esto es todo menos una democracia.
El derecho a la libertad de expresión es sagrado en nuestro país. Y si como país continuamos por este camino, rendiremos cuentas.
Las personas que perpetraron estos actos violentos deben rendir cuentas, y el pueblo estadounidense no puede ser ni será silenciado.
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