¿Sigue siendo racista el fútbol inglés?

"Somos racistas" cantaban los aficionados del Chelsea al no dejar a entrar a un parisino en el vagón de metro.
«Somos racistas» cantaban los aficionados del Chelsea al no dejar a entrar a un parisino en el vagón de metro.

Por John McManus

El incidente en el que hinchas del Chelsea no dejaban entrar en un vagón del metro de París a un hombre de raza negra mientras entonaban «Somos racistas», es sólo el último incidente de una lista más larga de lo que debería en el fútbol inglés.

Como resultado de la inmigración de posguerra en los años 70, los jugadores de raza negra comenzaron ha ser algo común en las canchas inglesas.

Pero era una época en que era inusual ver en la esfera pública a alguien que no fuera blanco.

Pese a su talento, los jugadores solían sufrir el abuso de los fanáticos: los de la hinchada contraria y de la de su propio equipo.

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El sonido imitando a los monos o los insultos eran sólo dos de las formas en que eso pasaba.

Una de las imágenes que más se recuerda es la de la banana que le lanzaron a John Barnes durante un partido del Liverpool con su archirrival local, Everton.

Los fanáticos del equipo rival cantaban: «Everton son blancos».

Balotelli también estuvo en problemas por unos comentarios racistas en Instagram.

 

El racismo estaba tan extendido, que muchos negros temían ir a los estadios por la violencia y abusos verbales a la que se arriesgaban.

Hay numerosos casos de jugadores que padecieron el racismo.El de Cyrille Regis, jugador inglés nacido en la Guyana francesa, fue uno de ellos, y no sólo en la cancha.

Cuando lo convocaron para la selección inglesa, recibió una bala en su correo.

Chelsea, junto a otros equipos, también ha tenido problemas con grupos violentos.

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«Chelsea Headhunters» era un ejemplo. Eran abiertamente racistas y tenían vínculos con organizaciones como los neonazis de Combat 18 o el partido de extrema derecha Frente Nacional.

En 1999, la BBC emitió un documental sobre el grupo hecho por un reportero infiltrado. Los incidentes relacionados con el grupo han seguido hasta hoy.

Raza y sociedad

Uno de los rivales de Chelsea en Londres, Tottenham, ha sido históricamente asociado a la comunidad judía de la ciudad.

Sus fanáticos sufren de forma habitual abusos antisemitas. Algo con lo que la policía ha comenzado a ser más estricta últimamente.

Poco a poco, con el racismo siendo rechazado en otros ámbitos de la sociedad, también se ha vuelto inaceptable en el fútbol, comenta James Kingett, de la ONG «Sácale tarjeta roja al racismo».

«Ha habido un cambio significativo, pero el racismo no ha desaparecido, su apariencia ha cambiado», señala Kingett.

«Según la sociedad se ha hecho más diversa, la presencia de más minorías étnicas o mujeres y niños en los estadios, ha hecho que el fútbol sea más inclusivo».

Terry fue declarado culpable por supuestos comentarios racistas.

 

Sin embargo, no ha desaparecido y los medios tienden a enfocarse más en los incidentes en los que están implicados jugadores y entrenadores, y no tanto en los de la hinchada.

Uno de los episodios más lamentables se dio en 1994, cuando el exentrenador Ron Atkinson hizo un comentario racista sobre un jugador en televisión.

Atkinson tuvo que dejar su puesto de comentarista de televisión por lo que dijo.

En 2012, el capitán del Chelsea, John Terry, fue declarado culpable por abusos racistas de un contrincante, el jugador de Queen’s Park Rangers (QPR) Anton Ferdinand.

La federación de fútbol hizo su propia investigación de lo ocurrido y sanción a Terry con cuatro partidos de suspensión.

Más recientemente, dos directivos del Cárdif fueron captados intercambiando comentarios racistas, sexistas y homofóbicos. La federación los investiga.

Para James Kingett, estos incidentes son un reflejo de los debates actuales sobre la raza en la sociedad.

«Hay una discusión enorme sobre inmigración y la integración en la comunidad no es algo celebrado en los medios», dice.

Piara Power, directora de Fútbol contra el Racismo en Europa, opina que el comportamiento de entrenadores y jugadores es lo que mantiene el vínculo del racismo y el deporte vivo.

«Este es el gran desafío del fútbol: cómo atacar el racismo al más alto nivel, el de los líderes del fútbol en Europa y así empezar a elegir problemas más amplios de racismo que tenemos», afirma.

La FIFA ha insistido en campañas contra el racismo.

 

Así que, en qué medida se podría responsabilizar del incidente del metro de París al Chelsea.

El único director técnico de raza negra de la Liga Premier, Chris Ramsey (QPR), cree que no se puede.

«No creo que sean hinchas del Chelsea o fanáticos del fútbol. Están actuando de una manera que todos creemos que es cosa del pasado. No culparía al Chelsea por eso», dice.

«El Chelsea es un club enorme que hace muchas cosas por la comunidad. Siento que hayan visto su imagen manchada con esto porque no puedes controlar lo que hace la gente».

Una investigación del Parlamento Británico concluyó que el racismo en el fútbol sigue siendo un problema.

El informe con las conclusiones señala los incidentes entre los jugadores en el campo más que a los de los fanáticos.

E identifica un nuevo problema, la homofobia: que el documento califica como posiblemente la mayor forma de discriminación de ahora.

Y ese es un asunto en que el jogo-bonito todavía tiene que ponerse manos a la obra.

Fuente: BBC Mundo

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