Torturado de bebé en dictadura brasileña, se suicida

Por Pablo Giuliano
Carlos Alexandre Azevedo, quien con un año de edad fue torturado en 1974 en una prisión de la dictadura militar brasileña, se suicidó con una sobredosis de medicamentos en su casa de Sao Paulo.
El de Azevedo es uno de los casos emblemáticos de la dictadura brasileña.
«Hoy la dictadura militar (1964-1985) concluyó la muerte de Carlos iniciada en una edad tan tierna (1 año y 8 meses). Este hecho nos entristece a todos profundamente y fortalece nuestra lucha por la Memoria, Verdad y Justicia, para que la impunidad no se perpetúe», dice un comunicado del Movimiento Nacional de Derechos Humanos.
Carlos, quien en una reciente entrevista contó que nunca superó los golpes recibidos en la sede de torturas de la policía política del régimen en el estado de Sao Paulo (DEOPS), fue víctima de los represores en 1974.
El entonces niño fue torturado junto con su madre, la psicopedagoga Darci Alzonia, y el padre, el periodista y cientista político Dermi Azevedo. «Mi corazón sangra de dolor, mi hijo mayor se suicidó con una sobredosis de medicamentos», dijo en Facebook Dermi Azevedo, que acusa al equipo del jefe de la represión policial, comisario Sergio Fleury, como el responsable por las torturas a su hijo.
«Con apenas un año y 8 meses de vida -contó- fue preso y torturado el 14 de enero de 1974 en Sao Paulo con su madre. Luego fue llevado a (la ciudad vecina) de Sao Bernardo do Campo, cuando en plena madrugada los policías derribaron la puerta de nuestra casa y lo tiraron al piso, golpeándolo en la cabeza. Nunca más se recuperó. El crimen quedó impune y el suicidio es el límite de su angustia».
Carlos Azevedo falleció a los 37 años y según la revista Istoé lloraba de hambre y sufrió torturas con golpes y descargas eléctricas.
El 13 de enero pasado el Estado lo consideró «amnistiado político» con una indemnizaicón de 50 mil dólares por haber sido victima de los militares. A la revista Istoé del domingo, dio su último testimonio: «Mucha gente cree que no hubo dictadura ni tortura en Brasil. Me sentí comprendido por esta decisión. La indemnización no borrará nada de lo que ocurrió en mi vida. Para mí la dictadura no terminó, hasta hoy sufro sus efectos, tomo antidepresivos y antipsicóticos, tengo fobia social».
Los delitos cometidos por la dictadura militar no fueron juzgados en Brasil a raíz de la Ley de Amnistía de 1979, ratificada por el Supremo Tribunal Federal en 2010, que beneficio a los agentes del Estado.
La presidenta Dilma Rousseff, una víctima de torturas y presa política del régimen, el año pasado puso en funciones a la Comisión de la Verdad, para investigar los delitos de la dictadura. La Comisión de la Verdad debe elevar un informe el próximo año a la mandataria.
Fuente: ANSA/ARGENPRESS.Info

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