Por Isaac Cohen*
Dos grandes logros en comercio internacional pueden acreditársele al Presidente Donald Trump, al comenzar este año. La Fase I del acuerdo con China ha sido celebrada por ambas partes como una victoria, porque básicamente se refiere a lo que se conoce como “fruta fácil de alcanzar.” El segundo logro fue la ratificación del nuevo TLCAN, ahora conocido como EUMCA, preservando más de $1 billón (millón de millones) anual de comercio entre Estados Unidos, México y Canadá.
La pregunta es que restringió las tentaciones proteccionistas que han emanado de la Casa Blanca. La explicación más plausible es que al Presidente Trump se le estaba acabando el tiempo. La incertidumbre causada por ambas negociaciones pendientes estaba lesionando algunos de los votantes decisivos en las próximas elecciones. Resignado, el Presidente Ttump declaró que la negociación más difícil con China de la Fase II ocurrirá después de la elección de 2020.
Los agricultores del medio oeste sacrificaron disputadas porciones de mercado en Asia, con las exportaciones agrícolas estadunidenses en descenso desde $20,000 millones en 2017 hasta $9,000 millones en 2018. El Secretario de Agricultura Sonny Perdue admitió que “no se pueden pagar las cuentas con patriotismo.” (Washington Post 11|14|19).
A causa de los aranceles proteccionistas, el sector manufacturero supuestamente esperaba atraer nueva inversión extranjera directa, pero cayó en recesión durante la primera mitad de 2019 y los productores de maquinaria pesada, como Caterpíllar, culparon a la incertidumbre comercial.
Hacia fin de año, exasperado, un editorial en el Wall Street Journal (12|16|19) declaró, “Donald Trump es el presidente americano más proteccionista desde Herbert Hoover,” quien presidió durante la Gran Depresión.
*Analista y consultor internacional, ex-Director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.